«El adelanto electoral nos beneficia y mucho». La frase la dijo ayer la presidenta regional del PP, Isabel Bonig, horas antes de que el presidente Ximo Puig anunciara formalmente el adelanto electoral, pero cuando la decisión era ya inminente. La lideresa no sólo lo dijo, también lo piensa. Los populares valencianos están convencidos de que hacer coincidir las generales con las autonómicas arrastrará votos hacia sus siglas y perjudicará al bloque de la izquierda porque Compromís queda desdibujado.

Alegan no solo encuestas internas que hablan de una probable mayoría de la derecha, sino del histórico electoral. Las últimas generales, recuerdan, supusieron 919.000 votos para el PP frente a los 539.000 del PSPV. Y esta campaña, admitió ayer Bonig, se dirimirá en clave nacional, con discursos, como el de Cataluña, que benefician al PP, según cree el partido.

Solo hay un nubarrón: que las urnas se pondrán un 28 de abril cuando muchos valencianos están de puente festivo por lo que el riesgo de la abstención aumenta considerablemente. El problema afecta a la derecha y a la izquierda, pero los populares de Bonig temen que incida más en un electorado como el suyo, más pegado a las tradiciones. Con todo, y para prevenir posibles abstencionistas, la organización valenciana se ha puesto ya a trabajar para incentivar el voto por correo. Así, se han dado instrucciones a las provinciales para que estas, a su vez, pongan a trabajar a las organizaciones locales. Bonig, además, ha rescatado para su comité de campaña a veteranos con experiencia en la fontanería interna, como la diputada provincial Amparo Mora (por Valencia), bregada en la provincia en los tiempos de Alfonso Rus.

Junto con el «clave» voto por correo, Bonig indicó que fortalecerá las redes sociales para trasladar los mensajes electorales. La lideresa admitió que la época de los mítines multitudinarios ha pasado y que ahora tocan actos más reducidos y explotar las nuevas tecnologías: vídeos, influencers, etcétera.

Bonig aseguró que tiene una «legión» de voluntarios que están ayudando al partido. Por otro lado, adelantó que centrará sus mensajes en la creación de empleo y en la educación. Los populares aseguran que el adelanto no les pilla con el pie cambiado. «Tenemos los deberes hechos», dijo la presidenta popular. También tienen, añadió, cerrada la estrategia y perfilado el programa electoral.

Por otro lado, los populares están convencidos de que la confluencia de elecciones da más margen a Bonig para hacer su lista para las Cortes. Tal es así que la lideresa evidenció su rechazo a que César Sánchez y Maria José Català hagan doblete y, además de en listas municipales vayan a la lista en las Cortes. «¿Por qué unos y no otros?», indicó Bonig. Este será el principal pulso que mantenga la lideresa con Génova.