La dirección de Podemos en Alicante está convocada esta tarde para validar el reparto de puestos en una lista con EU para las elecciones municipales, que el pasado sábado obtuvo el visto bueno de las bases de la coalición de forma rotunda (70% de los votos a favor). El preacuerdo establece que los dos primeros puestos sean para los podemitas (Xavi López y Vanessa Romero), mientras que los lugares tres y cuarto correspondan a los ahora concejales Daniel Simón y Julia Angulo (ambos de EU, aunque de bandos enfrentados a nivel interno).

Sin embargo, el pacto en la ciudad de Alicante entre ambas formaciones para las elecciones municipales del 26 de mayo aún está a falta de que se ultimen todos los detalles, que se prevén cerrar mañana en una reunión del comité negociador. Entre esos «flecos», el reparto de los asesores en el Ayuntamiento y de la subvención municipal que le corresponderá al grupo en función del número de ediles que consiga en las urnas.

EU pretende forzar a Podemos a un reparto igualitario de asesores y en la subvención, según señalaron ayer fuentes de la dirección, al igual que reclaman que las decisiones se tomen de manera colegial: «Ya hemos cedido mucho, no vamos a ceder más. No vamos de farol, es un mandato de nuestra asamblea». Es decir, EU quiere presionar a su posible socio electoral para justificar ante su militancia las cesiones en los puestos principales de la candidatura, que se queda Podemos.

La formación liderada por Simón ha puesto sobre la mesa que las decisiones del grupo municipal no dependan del número de concejales que cada partido aporte, sino que sean igualitarias, incluso en el caso de que la marca electoral se quedase en sólo dos actas (lo que supondría que ningún militante de EU estaría en la Corporación). Así, los de Simón pretenden que, en caso de que haya disparidad de criterios en el grupo o que EU no tenga representación, las decisiones se tengan que adoptar en una comisión externa con miembros de ambos partidos que ejerciese de árbitro.

Desde la formación morada, con todo, dan por hecho que no habrá problemas en la recta final de la negociación, y que el acuerdo se certificará mañana.