La disolución anticipada de las Cortes por el presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, ha puesto fin a la novena legislatura, que se ha caracterizado por los acuerdos parlamentarios y por la profusión de las comisiones de investigación.

En un hemiciclo donde ningún grupo tiene la mayoría absoluta, a diferencia de lo ocurrido en las cuatro legislaturas anteriores, ha habido que negociar las propuestas presentadas, de las que no solo se ha aprobado las de los grupos que sustentan al Consell (PSPV, Compromís y Podemos), sino también algunas del PP y Ciudadanos, que en ocasiones han apoyado a su vez las del tripartito.

Otro rasgo de esta legislatura ha sido la proliferación de las comisiones de investigación -solo en los ocho primeros meses se aprobaron seis, frente a las once creadas en los 32 años anteriores-, así como las de estudio, lo que llevó a aprobar una resolución de Presidencia para limitar el número máximo porque no se daba abasto.

En total, se han puesto en marcha siete comisiones de investigación (y otras tantas de estudio) sobre el accidente de metro, Ciegsa, las residencias de tercera edad, la operación Taula o la financiación electoral del PSPV y Bloc, que han llevado a las Cortes a exdirigentes del PP como Luis Bárcenas y, por videoconferencia desde prisión, a la cúpula del caso Gürtel.

También han crecido exponencialmente las declaraciones institucionales, que han llegado a 84 (más que la suma de las tres legislaturas anteriores, un total de 70): la primera fue por el día internacional del orgullo LGTB+, y la última por un deporte libre de LGTBIfobia.

La legislatura se cierra con 69 leyes aprobadas (en la anterior fueron 38), entre ellas la que permitió la puesta en marcha de la nueva radiotelevisión autonómica, y una votación que cerró un ciclo iniciado hace diez años: la de la reforma del Estatuto de Autonomía para que las inversiones del Estado en la Comunidad sean acordes al peso poblacional.

Otras novedades han sido la renuncia del partido que preside la Generalitat, el PSPV-PSOE, a formular preguntas de control al presidente, mientras que en una única ocasión Compromís utilizó el turno de repreguntas para expresar su malestar por la partida destinada a Alicante por los Presupuestos del Estado.

Desde que la actual legislatura se constituyera el 11 de junio de 2015, las Cortes han tenido dos presidentes (Francesc Colomer, que estuvo tres semanas y le sustituyó Enric Morera debido al pacto de gobierno) y 19 diputados han renunciado al escaño (8 del PP, 8 del PSPV, dos de Podem y uno de Cs).

Además, han cambiado de portavoces todos los grupos menos el PSPV-PSOE, donde se mantiene Manolo Mata, pues en el PP Isabel Bonig relevó a Alberto Fabra; en Compromís Fran Ferri sustituyó a Mónica Oltra; Podem cambió a Antonio Montiel por Antonio Estañ, y Ciudadanos sustituyó a Carolina Punset por Alexis Marí, y a este por Mari Carmen Sánchez. Asimismo, a los cinco grupos parlamentarios con los que empezó la legislatura se ha sumado el de los no adscritos, donde han acabado seis diputados (cuatro procedentes de Ciudadanos, uno del PP y una de Podemos).

Durante estos casi cuatro años ha habido tiempo para algunos disensos entre los socios del Botánic -en propuestas sobre la V-21 y el acuerdo comercial con Canadá-, para retirar el cuadro de la expresidenta de las Cortes Milagrosa Martínez tras entrar en prisión por el caso Gürtel, y también para las anécdotas, como el reparto de uvas con deseos por parte del PP a todos los grupos en el último debate presupuestario.

De lo que no ha habido tiempo ha sido para las habituales despedidas que suelen caracterizar al último pleno, pues la disolución anticipada de las Cortes -algo que parecía posible pero no probable- ha dejado en el tintero tres plenos y varias comisiones, algunas de investigación que se quedan sin aprobar sus conclusiones.