Jarrones chinos a los que nadie sabe muy bien en qué rincón colocar. Esa es la situación de un ramillete de dirigentes políticos que actualmente ocupan responsabilidades en diferentes instituciones pero a los que las cúpulas de sus partidos no tienen muy claro el lugar en el que ubicarlos o que, incluso, acabarán fuera de las listas para las diferentes citas electorales. Se trata de dirigentes «históricos» superados por el cambio generacional, cargos que se han quedado sin espacio en sus partidos o representantes públicos a los que se les dio una oportunidad que ya se da por amortizada. Jarrones chinos que nadie sabe la lista en la que acabarán o que, incluso, tendrán que marcharse a su casa.
Cargos públicos están a la espera de destino.Información
PP | Carlos Castillo
Carlos Castillo, vicepresidente de la Diputación, no termina de cuajar de cara a las candidaturas del PP. Es complicado que repita en una lista municipal como la de Alicante con «overbooking» y en la que no tiene «feeeling» con Luis Barcala. Y es casi imposible que siga en la corporación provincial si César Sánchez acaba, como así parece, en la candidatura de la capital para otro mandato en la Diputación. La cúpula del PP especuló con que se fuera a las Cortes pero allí tampoco tiene espacio cuando se prevé una reducción de un tercio en los puestos de salida. En las últimas semanas se le ha visto junto a José Manuel García Margallo para desatar los comentarios sobre la posibilidad de que se acomode en Madrid. Muy tenaz en la Diputación y del ala más dura de César Sánchez, Carlos Castillo, visto como un «sabelotodo» entre sus compañeros del Palacio Provincial, es una pieza todavía por encajar.
Cs | Mari Carmen Sánchez
La ubicación en las listas de la actual portavoz de Ciudadanos en las Cortes lleva semanas dando vueltas como una pelota. El encaje de bolillos la ha dejado al margen de encabezar la lista autonómica por Alicante. Después de asumir de forma inesperada el «marrón» de ser la síndica de Cs en el parlamento, donde la alicantina no ha teminado de cuajar, el partido quiere recompensarla por esa papeleta resuelta con una cierta dignidad. Pero nadie sabe dónde puede jugar su papel. Ahora mismo tiene dos salidas sobre la mesa: un puesto de relleno en la lista al Congreso o la candidatura a la Alcaldía de Alicante. Números tiene para ambas cosas. Pero ninguna de las dos está asegurada. La primera sería un «regalo» para pasar un tiempo en Madrid. La segunda es una opción que Ciudadanos intenta evitar. La cúpula naranja sigue manteniendo contactos con personas de fuera del partido para encontrar un alcaldable en la capital. Si Mari Carmen Sánchez fuera la elegida, ya se hubiera trasladado hacia el exterior aunque fuera sin confirmación oficial. Pero su rol genera muchísimas dudas en la dirección nacional de Cs después de una intervención no demasiado afortunada hace unos meses durante un acto en Castellón en el que también estuvo Albert Rivera.
PSOE | Eva Montesinos y Herick Campos
La que fuera aspirante a la Alcaldía de Alicante tras la marcha de Gabriel Echávarri no tiene más cargo que ese: seguir siendo la «casi alcaldesa» durante el resto de su vida política, que finalizará cuando se acabe este mandato y vuelva a su puesto de trabajo como docente. Montesinos estuvo a punto de ser primera edil -una tránsfuga le cortó el paso- pero tras recuperar el PP el gobierno municipal, la dirección socialista le cortó las alas en sus siguientes intentos. Montesinos es un jarrón chino doble: el partido la quiere relegar directamente al desván pero ella, tras quedar la última en las primarias de Alicante que ganó Paco Sanguino, está decidida a marcharse para ahorrarle así a la cúpula socialista el trabajo de tener que buscarle un estante en el que quepa.
Todo lo contrario ocurre con el vilero Herick Campos, diputado de rebote en el Congreso durante esta legislatura. Convertido en un superviviente profesional a sueldo de la política que hasta ahora siempre ha terminado por salir a flote, Campos quiere un estante visible para su jarrón y le cuesta verse fuera del mismo. Está presionando con todas sus fuerzas para seguir en Madrid. Esta vez lo tiene casi imposible. Entonces, si se queda fuera, recurrirá a su mentor Joan Lerma para que Ximo Puig, en el caso de acabar reeditando el Consell del Botànic, le haga un hueco.
Compromís | Enric Morera
El presidente de las Cortes Valencianas, vinculado familiarmente a Biar, es un histórico dirigente de la vieja guardia del Bloc, el principal partido de Compromís. La formación nacionalista está ahora controlada por una hornada de nuevos dirigentes. El problema del Bloc y de Compromís es encajar al que ha sido durante esta legislatura la segunda autoridad en la Comunidad y uno de los que ha preservado siempre la convivencia de la coalición. En 2015 renunció a competir contra Mónica Oltra. Y ahora se retiró de la batalla contra Fran Ferri, síndic parlamentario y uno de los pesos pesados del Bloc, por el segundo puesto de las autonómicas junto a Oltra. Quiere ocupar un puesto de salida a las Cortes pero no lo tendrá fácil. Es un jarrón chino de primera magnitud que podría encontrar una salida, tras las autonómicas, como senador territorial. Pero su futuro no está decidido.
Podemos| Antonio Estañ
Al secretario general de Podemos en la Comunidad le ha pasado factura su equidistancia interna y su falta de contundencia en un partido acostumbrado a liderazgos arrolladores. Eso ha convertido a este joven de Callosa de Segura en una pieza sin hueco en las listas electorales. Le sirvió a los «pablistas» para sumar efectivos y acabar con los «errejonistas» de Antonio Montiel. Pero ahora ni estará en la candidatura autonómica ni tampoco para las generales. En el resto de la izquierda estarían encantados de «ficharle». El tiempo dirá.
