Ximo Puig sigue deshojando la margarita a cinco días de que finalice el plazo para el adelanto electoral. Apenas dos horas después de que las Cortes Valencianas validasen la reforma del Estatuto de la Comunidad, el secretario general del PSPV y presidente de la Generalitat Valenciana ha asegurado en la ciudad de Alicante que todavía no tiene la decisión tomada, a la vez que ha añadido que "apurará" los tiempos que finaliza el martes 5 de marzo.

Puig ha apuntado que la decisión será personal, aunque ha admitido que está consultando otras opiniones. "No será una decisión del partido, será del presidente. Hay que hablar con mucha gente, pero yo asumiré la responsabilidad", ha asegurado Puig a las puertas de la sede de UGT, a donde ha acudido a un acto sobre la mujer.

El líder socialista ha subrayado que la mayor movilización del electorado que se prevé para las generales del 28 de abril puede ser un estímulo para el adelanto electoral, aunque ha dejado abierta las dos opciones: que las autonómicas se celebren el 28 de abril o que se mantengan como hasta la fecha en la Comunidad, coincidiendo con las municipales, que tendrán lugar el 26 de mayo. "Es necesario una gran movilización", ha proseguido el jefe del Consell, quien ha desligado a su partido de la decisión definitiva: "El PSPV está con ganas de jugar y de ganar, y de hacerlo en cualquier momento". Dentro del socialismo valenciano existen dos corrientes. Entre los que abogan por un adelanto electoral se encuentra el síndic del PSPV, Manolo Mata.

Sobre los efectos de los datos de la última encuesta del CIS en la fecha de las autonómicas, Puig también ha sido ambiguo, asegurando que estudiará los datos, pero que en la actualidad existe una gran "volatilidad demoscópica".