La Generalitat Valenciana se personará en el caso Erial, en el que está imputado el expresidente Eduardo Zaplana, del PP, según ha anunciado Ximo Puig, con un objetivo claro: «recuperar el dinero que ustedes ahí también ha robado», subrayó dirigiéndose a la bancada popular. Así lo avanzó Puig en la sesión de control de las Cortes, en la que ha defendido que con el Consell actual ha mejorado «la vida de las personas y también la gestión», aunque «las réplicas del terremoto de la corrupción» siguen produciéndose, dejando «una herencia envenenada» que ahora se materializa en los 80 millones a pagar por las ITV -una adjudicación que está en el epicentro de la operación contra Zaplana- como consecuencia de la «mala gestión» del PP. Además, Puig se ha referido a cuestiones «directamente imputables» a la presidenta regional del PP y candidata a la Generalitat, Isabel Bonig, cuando era consellera de Infraestructuras, como los 9,4 millones a pagar por la autovía CV-95 o los 14 por la avenida de Dénia: «Un total de 134 millones solo por sus fechorías, por su incompetencia en la gestión», denunció Puig.

En el cara a cara, Isabel Bonig comenzó su intervención aludiendo a los vecinos de Alborache que se han manifestado ante el parlamento valenciano «porque el gobierno del Titanic no los atiende» y preguntó al presidente de la Generalitat sobre la situación política y económica actual, señalando que el aumento del empleo se debe a las acciones del Gobierno de Mariano Rajoy y criticando sus acciones en materia educativa o en atención de menores. «Su partido ha abierto la caja de pandora», afirmó, que recuerda a «la etapa de la España más triste y dividida». Leyó parte del discurso pronunciado por Manuel Azaña el 18 de julio de 1938, cuando dijo que «si alguna vez sienten que les hierve la sangre iracunda y otra vez el genio español vuelve a enfurecerse con la intolerancia y con el odio y con el apetito de destrucción, que piensen en los muertos y que escuchen su lección (...) el mensaje de la patria eterna que dice a todos sus hijos: paz, piedad y perdón».

Lamentó que el Gobierno de Pedro Sánchez no haya reformado el sistema de financiación y comprometiera inversiones con Cataluña en la cumbre bilateral y no hiciera lo propio en la celebrada con la Comunidad Valenciana, que es una región «leal». «Si el 28 de abril gana el PSOE, el bloque de la izquierda radical, los amigos de ETA, al final los que decidirán las inversiones, la financiación en la Comunidad, no van a ser ustedes sino Quim Torra, los separatistas catalanes», dijo Isabel Bonig a la que el presidente de la Generalitat acusó de dedicarse sólo a generar «confrontación».