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Puig se piensa el adelanto electoral

La ratificación de la reforma del Estatuto y los buenos datos del CIS para los socialistas alimentan la posibilidad de unir las autonómicas a las generales

Puig deshoja la margarita sobre el adelanto electoral

Ximo Puig deshoja la margarita para resolver una ecuación que tiene pendiente desde hace meses: decidir si adelanta las próximas elecciones autonómicas, previstas en un principio para el 26 de mayo pero que, sin embargo, el jefe del Consell medita muy seriamente unir a las generales del 28 de abril. El presidente de la Generalitat compartiría, de esta manera,su objetivo de reeditar una segunda versión del Acord del Botànic con la suerte de Pedro Sánchez. No es una decisión fácil. Ni en un sentido ni en otro. El jefe del Consell no tiene una resolución cerrada. Sopesa una lista de pros y contras antes de la medianoche del martes, fecha tope para firmar el decreto. No es seguro aunque tampoco está descartado. Y ahora menos que nunca. Todas las puertas, de hecho, continúan abiertas a la espera de que Puig se aclare para activar por vez primera en la historia del autogobierno valenciano la competencia que tiene desde la última reforma del Estatuto para disolver el parlamento y separar las autonómicas de las municipales.

Como ha venido informando este periódico, un sector del PSPV con el síndic parlamentario Manolo Mata a la cabeza viene presionando desde que Pedro Sánchez anunció la convocatoria de elecciones generales para avanzar los comicios a las Cortes Valencianas para esa fecha. El jefe del Consell viene amagando desde el verano con un adelanto por el que, sin embargo, nunca se ha terminado de decantar. En parte por falta de convencimiento, en parte por el hecho de que sus socios de Compromís y Podemos tampoco eran partidarios de abrir ese melón. Pero después de las andaluzas la escena política cambió. El Botànic necesita una importante movilización de su electorado -el mismo número de votantes que le concedió la victoria en 2015- para poder repetir y superar al «tripartito» de derechas. Y, en estos momentos, buena parte de la cúpula del PSPV entiende que esa afluencia de la bolsa progresista a las urnas se puede conseguir en esa convocatoria de las generales -la primera de las dos previstas en menos de un mes- mientras que, por contra, el electorado se puede relajar en mayo.

El martes por la noche, durante la constitución del comité de campaña del PSPV, Puig no desveló sus planes pero la sensación generalizada es que el asunto está en su agenda. Ayer mismo, durante el encuentro con los empresarios de AVE, conversó con el presidente de las Cortes, Enric Morera. Hay dos cuestiones que, además, alimentan todavía más en estas últimas horas el debate sobre la convocatoria electoral de las autonómicas junto a las generales. Desde el pasado martes se han producido movimientos en las Cortes para acelerar la aprobación definitiva de la reforma del Estatuto, que viene del Senado. El orden del día del pleno se ha modificado para incluir hoy mismo esa votación. De mantener la fecha de 26 de mayo, el Estatuto, que llevaba bloqueado nada menos que ocho años, podía haberse aprobado a lo largo de todo el mes de abril. Ratificarlo hoy le deja la puerta abierta a Ximo Puig para convocar antes del martes. Los resultados del CIS de hoy también serán buenos tanto para los socialistas -por encima del 30%- como también para Compromís, con una proyección de unos 400.000 votos para unas generales. Y esos números podían avivar todavía más las presiones a Ximo Puig, que tomará la decisión en el último minuto.

Los diputados ya se empiezan a despedir de las Cortes Valencianas

Ha empezado ya el tiempo de las despedidas en el parlamento autonómico. Uno de los que está apurando su mandato es el actual presidente de las Cortes, Enric Morera, de Compromís, que no repetirá en el cargo. El que fuera líder del Bloc y un histórico del nacionalismo valenciano -en la imagen saliendo de la tribuna del hemiciclo autonómico- se ha presentado a las primarias de la coalición pero le costará estar en un puesto de salida de la candidatura. Una de las que sí se despidió durante la sesión de ayer en el parlamento fue la diputada socialista alicantina Noelia Hernández, uno de los fichajes de Puig en las listas de 2015. Aprovechado la que presumiblemente sería su última intervención en la tribuna de la legislatura, la parlamentaria anunció que cuando acabe volverá «al camino de la sociedad civil» y reclamó más liderazgos femeninos en la política.

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