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De la «paz electoral» con los afines a Pablo Casado a la nueva vía de agua de los restos del ripollismo

La dirección del PP alerta de que la fractura sólo beneficia a la izquierda y confía en «taponar» las próximas fugas

En las filas de los populares alicantinos viven de sobresalto en sobresalto. A principios de esta misma semana, el presidente provincial del PP, José Císcar, sellaba una «paz electoral» con los partidarios de Pablo Casado después de varias semanas de máxima tensión y de escucharse ruido de sables, incluso, para propiciar un relevo de Císcar. Parecía que la elaboración de un comité de campaña que, aún controlado en sus piezas clave por Císcar, estaba pactado con el presidente de la Diputación, César Sánchez, y en el que se hizo hueco a los «casadistas» había cerrado las vías de tensión que lastraban al PP. No ha sido así. Ahora tiene que lidiar el equipo de Císcar con la marcha de los restos del ripollismo, una posición que encaja con el descontento de una parte del partido con la gestión de la actual dirección del partido.

Así que, con la campaña ya lanzada y con el grueso de las candidaturas todavía por hacer, a la dirección del PP se le avecinan varias semanas de inestabilidad. En la cúpula popular daban por descontada la marcha tanto de Rafa Vives en Daya Vieja como de Enrique Ponsoda en Guadalest. De hecho, según apuntaron fuentes populares, la dirección provincial del PP, encargada del nombramiento de candidatos en los municipios de menos de 20.000 habitantes, ya tiene vistos, incluso, sus dos posibles sustitutos. Pero, sin embargo, como advierten en la ejecutiva de Císcar, la fragmentación de candidaturas puede acabar poniendo en bandeja las alcaldías a la izquierda. En la cúpula popular alertan de que ese escenario podría darle el gobierno de Guadalest a los socialistas y el de Daya Vieja a Compromís, que ya fue segundo en la cita de 2015.

A pesar de ese escenario, en las filas de la dirección popular dan por taponada esta vía de agua. Confían en que ya no haya más fugas de cargos públicos a Ciudadanos aunque son conscientes de que todavía se podrían producir nuevos periodos de inestabilidad cuando se cierre el grueso de las candidaturas a mediados del mes de abril. No descartan en las filas del PP que, en ese momento, se puedan generar, incluso, puntos de salida no sólo hacia la formación de Albert Rivera sino también para engrosar a los ultras de Vox.

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