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A Ciudadanos le pilla el toro

Ordenan a los coordinadores que agilicen las listas locales en la provincia para que entren en la campaña de las generales

Albert Rivera, líder de Ciudadanos, durante un acto de partido en Cataluña el pasado fin de semana. efe

Como repetían y repetían una y otra vez desde hace meses, Ciudadanos se había marcado la estrategia desde un primer momento de apurar al máximo los plazos para cerrar sus candidaturas. Con dos objetivos: rebajar en la medida de lo posible la tensión que pueda generar la confección de las listas con la salida de parte de los que ahora son cargos públicos y, por otro, pescar en los descartes que surjan del PP, el caladero que suma infantería a las filas de la formación de Albert Rivera en la Comunidad Valenciana. Pero la convocatoria de las elecciones generales como antesala de las municipales y autonómicas obliga a cerrar cuanto antes las candidaturas municipales. Con el calendario que se avecina, apenas un mes de diferencia entre ambas citas, Ciudadanos necesita a sus aspirantes locales haciendo campaña a pleno rendimiento. No solo para intentar garantizar un buen resultado en los comicios que dibujarán un nuevo escenario en Madrid sino también para afrontar en mejores condiciones, si cabe, las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

Y a Ciudadanos le ha pillado el toro. A falta de menos de cien días para culminar los dos procesos de votación, la formación no tiene designado ni un solo candidato. Ayer, precisamente, se aceleraron una serie de movimientos en clave interna que le darán mucho trabajo en los próximos días al coordinador autonómico, Emilio Argüeso, el hombre encargado de ejecutar las directrices que le llegan a modo de «dedazos dirigidos» desde el alto mando de Barcelona. Por un lado, la cúpula de la formación convocó las primarias para elegir al candidato a las elecciones autonómicas, puesto para el que ya hace semanas que todo el mundo sabe que el elegido es Toni Cantó, todavía diputado en el Congreso y que lleva semanas avivando el debate del anticatalanismo como principal y casi único argumentario de campaña. Esta tarde se cierra el plazo de presentación de aspirantes y se votará, vía telemática, entre el 1 y el 2 de marzo. La actual síndica en las Cortes Valencianas, la alicantina Mari Carmen Sánchez, tiene el visto bueno de la cúpula para encabezar la candidatura autonómica por la provincia.

Pero, al margen de eso, lo que certifica el músculo territorial de un partido es el número de listas municipales registradas. Precisamente ayer, los coordinadores comarcales de Ciudadanos recibieron la orden en la provincia de empezar cerrar más o menos el mapa de candidaturas locales con la idea de perfilar los alcaldables en un plazo máximo de quince o veinte días para que puedan estar en ejercicio en el momento que se convoquen las elecciones generales. La formación necesita poner en marcha toda su maquinaria en los municipios para unos comicios al Congreso en los que los diputados Marta Martín y Pepe Cano tienen todos los números para, salvo sorpresa o que ellos digan lo contrario y aunque formalmente habrá que convocar primarias, volver a encabezar la oferta electoral para esa cita del 28 de abril. La hipótesis con la que trabaja el equipo de Argüeso es la de conformar unas 80 candidaturas municipales en mayo. Una cifra que, incluso, podría crecer. Ciudadanos espera la incorporación de media docena de dirigentes locales del PP procedentes de otras tantas pequeñas poblaciones de la provincia.

Falta ver, en cualquier caso, si la formación de Albert Rivera, con una estructura orgánica todavía limitada, es capaz de traducir esas expectativas en realidad durante las próximas semanas. No se están jugando poco. Ahora lo tendrá que resolver a contrarreloj y en medio de un ambiente enrarecido. La cúpula de Ciudadanos se afana en trasladar que el partido es una balsa de aceite. Pero, por momentos, ese aceite está hirviendo. La imagen de Rivera al lado de Pablo Casado pero, sobre todo, junto a la ultraderecha taurina, cinegética, tradicionalista y misógina de Santiago Abascal enmarcó en el «objetivo fotográfico» a un tripartito conservador en el que hay militantes y simpatizantes naranjas que no se sienten cómodos. Ni de lejos. No trabajaron durante años en la construcción de Ciudadanos, aseguran, para acabar pactando con el populismo ultraderechista.

A todo ello cabe sumar, sin ninguna duda, la incertidumbre sobre la candidatura a la Alcaldía de Alicante, una plaza fundamental para que cualquier formación política visualice una dinámica de avance electoral. Hasta ahora, Ciudadanos ha cosechado hasta tres negativas para encabezar esa lista de la capital. La cúpula naranja asegura que en la recámara del «cásting final» hay aún cinco nombres. Pero,a estas alturas, hay dos evidencias: si no hay aspirante en Alicante es porque nadie se ha lanzado y eso supone que, al final, el alcaldable no dejará de ser una elección casi por descarte. Pero, además, Ciudadanos no está exento de tensiones internas, hasta el punto, incluso, de que se han llegado a producir durante los últimos días el amago de una candidatura alternativa contra Mari Carmen Sánchez para la lista autonómica de Alicante que finalmente, sin embargo, se quedó en nada. Y un problema final que, posiblemente, es el que menos solución tiene: la incertidumbre que genera la figura de Toni Cantó, al que muchos ven como un agitador pero no como una alternativa.

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