El expresidente de las Cortes, Juan Cotino, declaró en 2013 en la comisión del estatuto del diputado que vendió «la totalidad» de sus acciones en el Grupo Sedesa en julio de 2007. Sin embargo, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han comprobado que el también exvicepresidente del Consell siguió siendo propietario del 40% de la mercantil Inverseco SL junto a otros familiares. Una empresa que recibió una inyección de 2,9 millones en 2002 de Valenciana de Revisiones, la empresa con la que los Cotino participaban en el negocio de las ITV. La Guardia Civil sospecha que en Inverseco «se habría podido integrar parte del patrimonio del grupo Sedesa».

Otra mercantil familiar es Alquería Dolores. De 2000 a 2009 participada por Juan Cotino Ferrer (33,33 %), su hermano Vicente Cotino Ferrer (33,33 %), Asedes Capital (la matriz del grupo, que poseía un 16,66 %) y Gespainco (16,66 %).

A partir del año 2010, Juan Cotino pasa a ser el socio mayoritario de esta mercantil con el 60 % de las acciones. Un cambio que se aprovecha para realizar una ampliación de capital por valor de 10,3 millones de euros. Sobre Alquería Dolores, la Guardia Civil también ha podido confirmar que «a partir de 2010» «realiza operaciones de entradas y salidas de divisas a diversos países, declaradas como invisibles (relacionadas con prestación de servicios, inversiones financieras o capital de sociedades)». Entre los destinos elegidos por Alquería Dolores para hacer negocios, los agentes de la UCO destacan «Luxemburgo, por el número de operaciones que se realizan y la incidencia de los hechos que se investigan en esta causa». Los investigadores han podido acreditar «operaciones por importe total de 4,2 millones de euros durante los años 2010-2013», cuando Cotino pasó de conseller a presidente de las Cortes.