Invertir en oro o en «ladrillo» es jugar a caballo ganador. Palabra de inversor. Y la trama presuntamente orquestada por el expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, cumplió al dedillo el perfecto manual del blanqueo de capitales. Los 6,4 millones pagados por el Grupo Sedesa como comisión por la adjudicación de las inspecciones técnicas de vehículos (ITV) y el Plan Eólico Valenciano, según la Guardia Civil, viajaron en 2005 y 2006 de València a Luxemburgo. Para hacer el viaje de vuelta de Luxemburgo a Benidorm y Alicante durante los años 2006, 2007 y 2008 a través de cuatro sociedades interpuestas, según la reconstrucción de los hechos realizada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

Un dinero que no se queda quieto y que en 2006 y 2007, en pleno boom del ladrillo en la Comunitat Valenciana, el presunto testaferro de Eduardo Zaplana invierte en la compra de nueve parcelas en La Vila Joiosa. La adquisición de estos terrenos la realiza la mercantil Gesdesarrollos Integrales SL, constituida el 10 de abril de 2006, administrada por Joaquín Barceló y con una cifra de negocio de «cero euros». «Los 2,2 millones recibidos de Medlevante SL [una empresa pantalla creada por Barceló] se contabilizan como deudas con empresas del grupo y asociadas».

Entre las parcelas adquiridas por Barceló se incluyen dos en la zona conocida como Poble Nou de la Vila Joiosa, donde el plan general del municipio ya preveía un plan parcial que se aprobó en 2003, pero no comenzó a construirse hasta 2015. De hecho, las obras finalizaron y se recepcionaron por el Ayuntamiento de la Vilajoiosa en julio de 2018.

La agrupación de interés urbanístico (AIU) Antoneta PP-15 que hizo de agente urbanizador del Plan Parcial de Poble Nou estuvo presidida por Joaquín Barceló, donde poseía una parcela de uso residencial y otra de uso hotelero.

En las grabaciones telefónicas autorizadas por la jueza y el Fiscal Anticorrupción del caso Erial la venta de la parcela hotelera ocupa horas y horas entre los miembros de la trama con el teléfono intervenido (Joaquín Barceló, testaferro de Zaplana en la Comunitat Valenciana; Francisco Grau, asesor fiscal del exministro; y Fernando Belhot, testaferro del exjefe del Consell en Uruguay).

Es en este contexto de negociaciones, llamadas y gestiones para vender la parcela hotelera de Poble Nou en La Vila Joiosa en la que Barceló habla del exalcalde de la capital de la Marina Baixa. «Yo estuve hablando ayer... ¿ayer?, no anteayer... Ayer estuve en València con el que fue alcalde del PP de La Vila», explica Joaquín Barceló a un arquitecto que responde a las iniciales de J. C. M. C. y que le ayuda en la posible venta de la parcela hotelera. Barceló se refiere a Jaime Lloret, concejal del Partido Popular en La Vila Joiosa y diputado e la Diputación de Alicante en las áreas de Emergencias, arquitectura, servicios generales, patrimonio y parque móvil.

El testaferro de Zaplana aclara a quién se refiere: «El anterior, que va a ser alcalde otra vez, según las estadísticas [sic, debía referirse a las encuestas] y tiene los pactos hechos con el... Con el.... ¿Cómo se llama? Bueno, con el otro, el que se fue del PP y tal...» Barceló podría referirse a Pedro Alemany, exconcejal popular que abandonó el partido en 2011 para crear la nueva formación Gent per la Vila».

Es entonces cuando el testaferro de Zaplana lanza la bomba, en referencia a Jaime Lloret. «Este va a ser el alcalde seguro... Bueno, pues lo tengo en el bote, eh...» A lo que el arquitecto jalea: «¡Bien, bien!».

«Te lo digo porque como luego empezaremos la obra con uno y acabaremos con otro... Lo tengo en el bote... Ya te lo contaré... No te lo cuento por teléfono...» Aunque acaba dando una pincelada: «Con este yo... Me pidió un favor, le he dicho que se lo voy a hacer y lo tenemos para que coma en nuestra mano».