La convocatoria de elecciones generales de Pedro Sánchez ha cogido a los socialistas y al PP sin cabeza de lista al Congreso por Alicante. Salvo Podemos que tenía elegidos a sus aspirantes desde el mes de diciembre, todos los partidos tendrán que realizar procesos internos a la carrera para poder ratificar sus candidaturas. En la mayoría de los casos, todas las fuerzas políticas sí habían iniciado la designación de aspirantes municipales y autonómicos pero no se habían puesto manos a la obra con las generales ante la perspectiva de que Pedro Sánchez estirara un poco más el mandato o que, al menos, evitara acudir a las urnas hasta después del verano. Pero no pueden ya esperar. Deben apretar el acelerador.
En la candidatura del PP se prevé una importante renovación. El exministro José Manuel García Margallo considera que ha cubierto una etapa en la provincia y quiere volver a ocupar un escaño en el Parlamento Europeo, la plaza política en la que se ve más cómodo. Eso deja libre el número uno. La única posibilidad de que Margallo siga es que Pablo Casado se lo pida. Pero así y todo, el exministro es reacio. De los otros cuatro parlamentarios, el que suma cierto consenso dentro del PP sobre su presencia es Joaquín Albaladejo. El futuro de Gerardo Camps está en lo que decida Génova. En Alicante quieren su relevo. Pero es cierto que se ocupa en el Congreso de la importante portavocía de la comisión del Pacto de Toledo, un asunto clave de la legislatura. La continuidad de Loreto Cascales y Lola Alba, ambas de perfil discreto durante este mandato, estaría en función del encaje de la cuota de mujeres en la lista.
La dirección del PP no tiene un nuevo número uno definido. Pero apuestan por un cabeza de lista netamente alicantino. Como apuntaron fuentes populares, la candidatura al Congreso podría servir para encontrar acomodo, por ejemplo, al diputado provincial y edil en la capital, Carlos Castillo, con dificultades para situarse en las locales o autonómicas. Tampoco es descartable, apuntaron, que se proponga una salida vía Madrid al presidente provincial del PP, José Císcar, o a la secretaria regional, la oriolana Eva Ortiz, para hacer hueco en las candidaturas a las Cortes a partidarios de Pablo Casado. Otro que suena para un escaño en el Congreso es el diputado provincial Adrián Ballester, ferviente «casadista». Para el Senado se podría producir algún cambio si Asunción Sánchez Zaplana pasa al Congreso. En las otras dos patas de la derecha se da por segura la continuidad de los diputados Marta Martín y José Cano de Ciudadanos y se está a la espera del congreso de los ultras de Vox del próximo fin de semana que marcará la línea de elaboración de las listas.
Los socialistas también tienen un problema. Contaban con Alejandro Soler como seguro cabeza de lista pero su imputación tras una denuncia en el PP deja en el alero su candidatura. Los «sanchistas» barajan la alternativa de la subdelegada del Gobierno, Araceli Poblador, e incluso, si no hay consenso, estaría sobre la mesa la opción de Julián López Milla, candidato en las anteriores generales y que ahora está en una empresa pública en Madrid. Para un puesto en el Senado, todos los focos apuntan al catedrático José Asensi.
