Pasar el trámite de las primarias ratificando a Francesc Sanguino como candidato socialista a la Alcaldía de Alicante por la vía rápida sin esperar a una segunda vuelta. Ese es el objetivo que se ha marcado el grupo del exsenador Ángel Franco una vez que se ha cumplido el guión previsto y los tres aspirantes que se habían postulado en la lucha por el liderazgo del PSPV-PSOE para las elecciones de mayo han registrado oficialmente sus precandidaturas. Eva Montesinos, la portavoz municipal socialista en el Ayuntamiento de Alicante, ya había validado su alternativa en la tarde del pasado lunes. Ayer mismo lo hicieron los otros dos aspirantes que optan a encabezar la candidatura socialista en la capital: el «sanchista» José Asensi y el independiente Francesc Sanguino -director del Teatro Principal- que está apadrinado por el citado Franco y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
Uno y otro, como hizo la edil Montesinos, presentaron el máximo número de avales que permite la normativa interna socialista para un proceso de primarias como el que se ha planteado en Alicante: el 10% de los militantes, lo que supone validar 99 firmas para un total de 990 afiliados con derecho a voto una vez que se ha descartado abrir la elección a los simpatizantes. Ya están los tres en liza. Pero, sin embargo, la candidatura de Sanguino es la que, al menos sobre el papel, tiene casi todos los números para alzarse con la victoria. Franco y sus huestes siguen controlando «manu millitari» la agrupación socialista de Alicante. El dramaturgo, hasta aquí próximo a EU y Podemos, acudió a presentar sus avales, precisamente, acompañado entre otros del concejal Carlos Giménez, persona de confianza de Ángel Franco, ejerciendo como «guardia de corps».
A estas alturas, solo parece quedar un interrogante en todo este proceso: ¿Francesc Sanguino tendrá que esperar a la segunda vuelta para ser elegido candidato socialista a la Alcaldía de Alicante o, por el contrario, todo se resolverá en la primera votación del próximo 24 de febrero? La intención del grupo que controla el exsenador Franco es resolver el trámite en el que se han convertido estas primarias por la vía rápida para evitar que se dilate todavía más la designación y poder pasar, de inmediato, a un proceso que dentro de las filas socialistas se considera mucho más importante: perfilar los puestos de salida de una candidatura municipal que los «franquistas» aspiran a seguir controlando. Así las cosas, Sanguino registró su opción de «prestado» con 99 avales regalados de las tropas de Ángel Franco, que en este proceso ya ha adelantado el trabajo. Ha recogido, aunque no se puedan registrar, las rúbricas de más de 500 militantes -una cifra ya superior al 50%- para movilizar a sus partidarios de cara a la votación de dentro de una semana y media y acabar invistiendo al independiente Francesc Sanguino como alcaldable por la vía rápida. Es lo que Puig le ha pedido al exsenador y por lo que éste le pasará después de la factura.
Los «sanchistas», en principio la pata más débil de este proceso, han rechazado un acuerdo para fusionarse con la candidatura de Eva Montesinos. Hubo varias conversaciones entre la concejal socialista y el catedrático Asensi que, finalmente, sin embargo, no llegaron a buen puerto. Los seguidores alicantinos de Pedro Sánchez aparcaron cualquier posibilidad de una alianza a la espera, en cualquier caso, de que se pudiera llegar a una segunda vuelta. El grupo de Asensi, reducido pero influyente dentro del «sanchismo», intenta medir sus fuerzas para valorar el margen con el que cuenta para pedir cuota en la lista municipal. Es público y notorio que Asensi figura en todas las «quinielas» como aspirante a un puesto en el Senado. Así que buscaría colocar a otro peón en ese grupo socialista. Casi dando por descontada la victoria de Sanguino, en estos momentos lo que está ya en juego es el encaje de la futura candidatura municipal alicantina.
