El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido hoy el uso de la "Ley" pero, también, "el diálogo" para afrontar el problema generado por el desafío independentista catalán en todas sus vertientes. Así lo ha asegurado este martes al ser preguntado por el inicio del juicio del "procés en el Tribunal Supremo, en el que se juzga a los principales líderes secesionistas.

Tras presidir una reunión sobre el Brexit en Alicante, Puig ha exigido "respeto absoluto" a la Justicia ante la "situación de tensión emocional" que ha provocado este proceso y ha querido separar los distintos ámbitos de este conflicto. Así, ha señalado que los tribunales "deben resolver lo que está residenciado en la Justicia", es decir, las responsabilidades que se puedan derivar de "unos hechos concretos", sobre los que se mostró convencido de que se tomarán las decisiones correctas.

Sin embargo, también ha insistido en que, más allá de lo que tiene que analizar la Justicia, el problema catalán tiene unas "raíces políticas que debe resolver la política" y, en este aspecto, ha defendido "la Ley y el diálogo" para solucionar la situación.

Un diálogo que, para Puig, forma parte intrínseca del ejercicio de la política y que, eso sí, tiene como límite "la Constitución". No obstante, también ha recordado que la Carta Magna puede reformarse si existe una "mayoría suficiente".

El presidente tampoco se ha ahorrado críticas a aquellos "que quieren aprovechar la situación de conflicto territorial para hacer inviable el proyecto común de España", pero ha señalado que "por suerte", ese proyecto "es más fuerte que la manifestación del domingo", que convocaron PP, Ciudadanos y Vox.

Presupuestos

Por otra parte, Puig también se ha referido al debate de los Presupuestos Generales que se ha iniciado hoy en el Congreso, eso sí, sin querer entrar a valorar si un rechazo a las cuentas del Estado debería suponer la convocatoria inmediata de elecciones ni tampoco las fechas que se barajan, como la del 14 de abril. "Hay que ir partido a partido", ha señalado, en un símil futbolístico.

Al respecto, el jefe del Consell ha recalcado que "para la Comunidad Valenciana es muy importante que se aprueben estos Presupuestos" y que su rechazo tendría "un coste económico grave" para la autonomía, de más de 1.000 millones de euros. Por eso, ha recalcado que "quien los rechace debería dar cuenta a los ciudadanos".

"Lo que está bien claro es que estos Presupuestos mejoran la vida de las personas y lo que tienen que pensar los grupos es si están para eso", ha señalado.