Los militantes y simpatizantes de Esquerra Unida y Podemos decidirán el 24 de febrero si aceptan acudir en confluencia en las elecciones autonómicas del 26 de mayo. El Consell Polític de Esquerra Unida del País Valencià aprobó ayer presentarse conjuntamente a los comicios autonómicos bajo el nombre «Unidas: Podem - Esquerra Unida», una decisión que ahora debe ser ratificada por las bases de ambas formaciones en un referéndum de carácter preceptivo, cuyo resultado será decisorio.

El acuerdo tendrá que ser aprobado en referéndum por los militantes y simpatizantes de EU los próximos días 20, 21 y 22 de febrero en votación online y el día 24 de febrero en urna. Podemos todavía no ha establecido las fechas para la consultado a sus bases.

De momento, ayer en el encuentro celebrado en la Vall d'Uixó (Castellón), después de un intenso debate se aprobó el último documento que había sobre la mesa de negociación, por 54 votos a favor, 22 votos en contra y 2 abstenciones. De acuerdo con el documento aprobado, Esquerra Unida y Podem se presentarán conjuntamente a los comicios autonómicos bajo el nombre «Unidas: Podem - Esquerra Unida» junto a una marca paraguas que ambas formaciones consensúen.

De este modo, la candidatura a las Cortes Valencianas estará encabezada, en las tres provincias por Podemos, y los candidatos de EUPV ocuparán los lugares segundo y sexto por Valencia, el cuarto y séptimo por Castellón y el tercero y séptimo por Alicante. Es decir, el primer representante de Esquerra Unida por Alicante, será el tercero de la lista que encabezará Rubén Martínez Dalmau, a su vez candidato a de los morados a la Presidencia de la Generalitat.

Además, el documento incluye otros aspectos, por los que EUPV contará «con una visibilidad tanto en la campaña como en el funcionamiento de la coalición y del grupo parlamentario», explicó la coordinadora general de Esquerra Unida, Rosa Pérez Garijo. La líder de la formación defendió «el ejercicio de responsabilidad» realizado por su formación dando este paso, «pues hemos puesto los intereses de la ciudadanía por ante todo».

Barrera de contención

Pérez Garijo calificó el acuerdo de confluencia con Podemos cómo «útil» para profundizar en las políticas que necesita la Comunidad Valenciana. Para la líder de la formación de izquierdas, «este acuerdo será la garantía del cambio de rumbo que ha protagonizado tímidamente el Botànic esta legislatura, y por supuesto, será la barrera de contención de las políticas antisociales que propugna la derecha», añadió Pérez.

En este mismo sentido se manifestó ayer el secretario general de los morados en la Comunidad Valenciana, Antonio Estañ, que expresó su satisfacción por el acuerdo adoptado por el Consell Nacional de EUPV de aceptar la propuesta de Podem para concurrir conjuntamente a las elecciones autonómicas. Estañ se mostró convencido de que este entendimiento «fortalece el cambio en la Comunidad Valenciana, que debe mantenerse y ampliarse en la próxima legislatura».

Podemos celebró ayer en València el acto de presentación de las candidaturas autonómicas y municipales con la presencia del candidato a las europeas, Pablo Bustinduy. La formación morada presentará candidaturas con marca propia a 99 municipios de la Comunidad Valenciana en las elecciones municipales de mayo, con lo que llegará al 80% de la población, y apuesta por un proyecto «municipalista, feminista y realmente valiente; la única opción política valiente».

En este acto, el candidato de Podemos a la Generalitat, Rubén Martínez Dalmau, planteó avanzar hacia un nuevo Estatuto de Autonomía «plenamente valenciano» que recoja el blindaje de derechos sociales y la igualdad en el voto, una propuesta que, dijo, expondrá al resto de partidos.

Según Martínez Dalmau, los valencianos no han tenido la oportunidad de participar activamente en el Estatuto de Autonomía y por eso planteará la necesidad de avanzar hacia un nuevo estatuto «plenamente valenciano».

En este mismo acto intervino el candidato de Podemos a las europeas, Pablo Bustinduy, quien se referió a la manifestación de este domingo en Madrid y criticó que la derecha española «se ha echado al monte» para «hacer inviable cualquier diálogo con quien no piense como ellos», que son «muchos millones de personas».