El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, le lanzó ayer desde Berlín un balón de oxígeno a las políticas del gobierno de Pedro Sánchez en relación con Cataluña y se desmarcó de otros presidentes socialistas que entienden que el ejecutivo central está haciendo concesiones a los independentistas. Puig lo dejó claro y tildó de «exageración» y «caricatura» la manifestación convocada por los grupos de derecha para pedir la dimisión de Sánchez tras la creación de la figura del «relator» en la mesa de partidos sobre la autonomía catalana. Para el jefe del Consell, que ayer se encontraba en la capital alemana, «la exageración de la derecha es impresentable porque ataca los valores de la convivencia e intenta reconstruir las dos Españas».

El presidente de la Generalitat se posicionó ayer, al igual que sus socios de Compromís, al lado del Gobierno y defendió la figura del «relator» para abrir una negociación en Cataluña ante «el frentismo, que es lo peor que le puede pasar a España». La triple alianza de la derecha fue atacada por Puig, que apeló a la moderación, la convivencia y al Estado de Derecho al tiempo que el síndic de Compromís en las Cortes, Fran Ferri, defendía el mediador de las conversaciones como instrumento para fomentar el diálogo. En declaraciones a los medios realizadas desde Berlín, se desmarcó las críticas de varios barones socialistas, negó que haya «ninguna concesión», sino que se trata de que en la mesa de los partidos «haya una persona que coordine». Para Ximo Puig, más allá de que la iniciativa del Gobierno pueda ser acertada o no, lo que es «absolutamente irresponsable es la respuesta de la derecha ante una propuesta de partidos» y cargó contra el frente de derechas por no buscar soluciones al conflicto. «Hay que hablar, dialogar y buscar soluciones», insistió Puig, quien se puso al lado de Sánchez.

Mientras tanto, la presidenta del PP de la Comunidad, Isabel Bonig, aprovechó para incidir en el discurso que los populares no sueltan y al que la manifestación dará más alas: que el gobierno del Botànic sigue una hoja de ruta catalana. Así que situó al presidente Ximo Puig al lado de los separatistas y contra quienes defienden la unidad de España y destacó que «se pone a la misma altura» a los españoles que han dado un golpe de estado y que están «en un golpe de estado permanente». Animó a los valencianos a acudir a la protesta: «Es un momento decisivo», aseveró Isabel Bonig, quien hará del discurso sobre el «catalanismo» del Consell uno de los ejes más duros de su campaña electoral.