La candidatura socialista a la Alcaldía de Alicante continúa sin resolverse a punto de cerrarse el mes de enero y cuando ya faltan poco más de cuatro meses para las elecciones municipales y autonómicas. A estas alturas y aunque la intención es cerrar el nombre del candidato durante las próximas dos o tres semanas, lo cierto es que la identidad del aspirante no está aún decidida y tampoco la dirección del PSPV tiene determinada la estrategia para tratar de cerrar la operación. En los últimos días se ha conocido, por ejemplo, que la presidenta del PSPV, Juana Serna, -persona a la que muchos cargos del partido miraban como alternativa de consenso- ya ha trasladado al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, su voluntad de quedar al margen del «cásting» de candidatos.

Pero también han surgido nuevos nombres en la «quiniela» como posibles aspirantes al puesto. El último en surgir es el del director del Teatro Principal, Francesc Sanguino. La oferta de Sanguino le llegó al jefe del Consell a través de terceras personas pero, en todo caso, el perfil -más próximo al de EU y Podemos- no acaba de gustar por completo en la sala de mandos socialista que, insiste, cree disponer de tiempo para redondear la elección de un candidato que se designará «a dedo» después de suspender las primarias. En cualquier caso, como apuntaron ayer fuentes conocedoras de los movimientos, en el PSPV no descartan algunos de los nombres que han surgido en las últimas semanas como el de la directora general de Universidades, Josefina Bueno, o el de Luis Berenguer, directivo de la EUIPO. En el partido también se habla de la opción del catedrático José Asensi, cabeza visible de los «sanchistas» en Alicante; e incluso se sugieren otras posibilidades entre cargos del partido como la de Julián López Milla, ahora alto cargo en Madrid con Pedro Sánchez y reacio a volver a la política alicantina.