Podemos y EUPV se van a dar unos días para pensar. Tras 48 horas de negociaciones para alcanzar un pacto para confluir en las elecciones autonómicas de mayo, los dos partidos no llegaron ayer a un acuerdo que satisfaga a las dos partes. La solución, por tanto, pasa por hacer un paréntesis y abandonar las conversaciones durante unos días, sin plazo para retomarlas. Ambos partidos, según reconocieron, comunicarán a sus ejecutivas el estado de la negociación, los puntos acordados y los de discrepancia y recabarán la opinión del resto de miembros de la dirección política. «Se trata de ver cuál es el mejor acuerdo posible», señalaron en Podemos.

El partido morado ha sido el responsable de entregar a los de Rosa Pérez Garijo las ofertas para la confluencia durante estos últimos meses. En su opinión, todas ellas han sido «generosas» y van en la línea de trabajar conjuntamente, no de repartirse los puestos. Hasta ahora poco se ha sabido de las condiciones que ha puesto Podemos, más allá de que ofrecieron a EU el tercer puesto por València, un reparto del 70/30 que no fue acogida con gusto. Por el contrario, en EU apostaban por un 50/50. Además de la lista electoral, que es el punto más conflictivo del pacto por colocar los representantes de cada partido, la negociación se ha «transaccionado» a otros asuntos no tan evidentes, como la presencia en las diputaciones o la distribución de recursos, que componen la letra pequeña del acuerdo. La falta de acuerdo está bloqueando el pacto también para las próximas elecciones locales.

Tampoco ayer trascendió el detalle del acuerdo pero en Podemos insistieron en que las ofertas no son «humillantes», como también insistió ayer por la mañana el diputado César Jiménez en las Corts. Ambas formaciones negaron que el pacto esté roto, algo en lo que incidieron tras la tensión de la semana pasada cuando EUPV dio un golpe sobre la mesa y puso en jaque un posible acuerdo. Ahora, fuentes cercanas a Rosa Pérez Garijo apuntan a que hay un evidente cambio de actitud y pretenden continuar con las conversaciones- En esta ocasión evitarán los plazos para «evitar presiones». De hecho, en EU admitieron que las 48 horas han sido «intensas», algo que no se había producido hasta ahora y ha servido para «acercar posturas» Ninguno de los dos partidos piensa en romper, más bien al contrario, están por la labor de llegar a un acuerdo pese a que las dudas sobrevuelan una negociación que ha sido ardua y que aún se alargará.