La Diputación de Alicanteaprobó ayer por unanimidad una moción de los socialistas para reforzar el valor de las medidas contenidas en Pacto de Estado en materia de violencia de género «con el objetivo de combatir el terrorismo machista, el problema más grave que sufre actualmente la sociedad española y nuestra Comunidad». La diputada provincial, María Giménez, defendió la moción contra la violencia de género «que tiene su caldo de cultivo en una cultura y educación profundamente antidemocrática y que parte de la idea de la superioridad del hombre sobre la mujer».

La moción incluía en su punto número tres expresar su rechazo a cualquier posicionamiento político que propugne la eliminación o minoración de las medidas de protección de las mujeres frente a la violencia machista, así como el drama social y las consecuencias que tiene para las víctimas, un punto que apelaba al programa de la ultraderecha después de que Vox recoja como medida electoral la eliminación de la Ley de Violencia de Género.

La propuesta socialista fue avalada también por el PP de César Sánchez, un partido que acaba de pactar con la formación de Santiago Abascal en Andalucía para conseguir la presidencia de esta comunidad. Justamente ayer el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, era investido presidente de Andalucíacon la ayuda de Vox y también de Ciudadanos. César Sánchez, presidente de la institución provincial, es el único miembro alicantino en la ejecutiva de Pablo Casado, que no ha escondido su predisposición a pactar con la ultraderecha. Sánchez es a su vez el cargo más importante de la Comunidad Valenciana en esa dirección nacional y un político que, por otra parte, inicia siempre los plenos de la institución con un recuerdo a las víctimas mortales de la violencia de género.

La vicepresidenta del Consell y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra, recalcó ayer por su parte que hay una fórmula muy fácil para que nadie derogue la ley de violencia de género: que no se les vote. Pidió combinar la movilización feminista en la calle con la acción electoral: «El feminismo tiene que ocupar el espacio público, pero también tiene que ocupar las urnas», indicó la vicepresidenta del Consell tras mantener un encuentro en València con la asociación Mujeres con voz de la Marina Baixa de Alicante. Preguntada por las movilizaciones feministas de la pasada jornada en toda España y por la postura de los ultras de Vox contra la Ley Integral de Medidas contra la Violencia de Género, Oltra defendió «combinar la contribución de los poderes públicos con la lucha de la sociedad civil contra la violencia machista».

PPCV y Ciudadanos firman el pacto 'anti Vox' de las Corts

La proposición impulsada por el grupo socialista en las Corts para blindar el pacto valenciano sobre violencia machista y comprometer a PP y Ciudadanos a no pactar con partidos como Vox que renieguen de las políticas de protección de las mujeres saldrá adelante por unanimidad. Ya ha ocurrido en la Diputación de Alicante que aprobó el pasado lunes una resolución similar con los votos del PP y lo mismo ocurrirá en las Corts este mes. La diputada socialista Rosa Peris, autora de la moción, ha logrado que con carácter previo a la votación todo el arco parlamentario, incluido el PPCV, firme una moción que en uno de sus apartados se muestra el rechazo de los partidos firmantes a la adopción "de cualquier acuerdo, explícito o implícito, con formaciones que plantean la supresión o reducción de las medidas de protección a la mujer, dando así cobertura a políticas irresponsables que conllevan un altístimo riesgo de agravar esta lacra social".

La moción incluye también el rechazo "a cualquier posicionamiento político que propugne la eliminación o la minoración de las medidas de protección de la mujer frente a la violencia machista".

Fue el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien impulsó esta iniciativa en un intento de obligar a Ciudadanos y, sobre todo al PPCV, a posicionarse en contra de futuros acuerdos con Vox en la Comunitat Valenciana en medio del pulso lanzado por el partido de Santiago Abascal en Andalucía. Los populares valencianos se mostraron inicialmente comprensivos con el líder nacional del PP, Pablo Casado, cuando, en un guiño a Vox, hizo concesiones en el discurso sobre la violencia de género al proponer ayudas para los hombres víctimas de agresiones en el hogar. Conforme aumentaba la controversia y la reacción del movimiento feminista, el PP ha ido reconduciendo su posición. La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, acabó desmarcándose de Génova y considerando que el pacto contra el machismo era una línea roja ante cualquier acuerdo. Aunque el objetivo de la moción es mantener intacto el pacto valenciano contra la violencia machista, la letra pequeña implica que PP y Ciudadanos se comprometen a no pactar con Vox, al menos mientras mantenga su discurso contrario a la leyes de igualdad de género. En este sentido, supone una enmienda a la totalidad a sus direcciones nacionales que se han apoyado en Vox para alcanzar la Junta de Andalucía.

La síndica del Ciudadanos, Maria Carmen Sánchez, también suscribe, esta moción anti Vox, una posición que en buena medida era ya presible. Ciudadanos fue el primero en marcar distancias con Vox en los asuntos de género; la mayor duda estaba en qué iba a hacer el PPCV.