El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y el Ministro de Fomento, el valenciano José Luis Ábalos, ofrecieron ayer una comparecencia en el Palau en la que también participó el delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, para analizar el proyecto de Presupuestos Generales para 2019 tras una reunión de dos horas, pero en su intervención, en la que el maltrato a Alicante pasó desapercibido, solo se refirieron a la provincia para justificar la falta de inversiones en otras partidas genéricas sin territorializar y, por tanto, sin estar reflejada una dotación económica concreta.

Fue el jefe del Consell el que aseguró que el Ministerio de Fomento tiene una partida genérica dentro de Ferrocarriles del Estado para el tren de la costa y para la conexión del AVE con el aeropuerto y con Elche además de los 128.000 euros para los trenes de cercanías, 50.000 euros para el estudio de acceso del ferrocarril al aeropuerto de Alicante-Elche y 130.000 para el tren de la costa, concretamente en el tramo valenciano Gandía-Dénia. Sí se contempla dentro de AENA un total de 23 millones para el aeródromo alicantino en los que destacan actuaciones de apoyo y mantenimiento, actuaciones de seguridad y el drenaje general de la infraestructura. Unos trabajos que no suponen nuevas inversiones que lucir. También se incluyen mejoras de tipo genérico en el Puerto de Alicante.

Con 132 euros en inversión estatal per cápita, Alicante es la única provincia de la Comunidad Valenciana por debajo de la media estatal, situada en 258 euros, frente a los 270 euros per cápita en la provincia de Valencia y los 422 euros de inversión media por castellonense. Así lo refleja el proyecto de los primeros presupuestos de Pedro Sánchez, que sí que rozan la inversión acorde al peso poblacional de la Comunidad Valenciana cuando se suman las inversiones para toda la autonomía. El problema viene con Alicante, que pese a haber recibido 63 millones más que el año pasado -una cantidad nada despreciable- sigue a la cola en cuanto a inversiones del Estado y, sobre todo, en el reparto entre provincias. Las cuentas para este año priman a Valencia y muy especialmente a Castellón, que prácticamente recibirá lo mismo que Alicante pese a tener solo un tercio de la población alicantina. En el documento que ayer repartió Fomento se aprecia cómo Castellón, efectivamente, supera a Alicante en prácticamente todos los bloques principales en los que se divide el presupuesto, a excepción de la inversión en carreteras, que sí es mayor en el caso de la provincia alicantina.

Pero Puig y Ábalos apenas se refirieron a esta situación y ensalzaron los datos autonómicos que sí mejoran notablemente y que pueden venderse mucho mejor que los 246 millones que se destinan a la provincia y que siguen dejando a los alicantinos muy por debajo de la media estatal y a casi 200 millones de lo que le correspondería a la provincia por peso poblacional. El ministro, que previamente se reunió con representantes de UGT, CC OO y la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), destacó que los presupuestos de 2019 son «los más ventajosos» para la Comunidad Valenciana y resaltó la inversión en trenes de cercanías, que aumenta un 62,5% respecto a la del año anterior.

En total, desde Fomento se destinará en 2019 un total de 1.033 millones de euros a la Comunidad, 433 millones más que el año pasado, por lo que la región recupera e, incluso, supera los niveles inversión pública de 2011, cuando se situó en 1.018 millones de euros, según especificó el ministro. Ábalos pidió «responsabilidad» a todas las fuerzas políticas para apoyar el proyecto de presupuestos, un documento que no cuenta con la mayoría de la Cámara Baja y al que instó a unirse «a los que de verdad quieren a España».

Por su parte, el presidente de la Generalitat calificó estos presupuestos como «un paso adelante» y dijo que demuestran la «alianza» entre el Gobierno central y el de la Generalitat -que en la precampaña electoral necesitan mantenerse lo más unidos posible y prueba de ello es la bajada de tensión de Ximo Puig con la reivindicación del nuevo sistema de financiación- por lo que ahora, según el jefe del Consell, es «exigible que todos los grupos entiendan la importancia de la estabilidad y los apoyen».

La posición diferente del PSPV y de Compromís provocó el choque entre ambos. Curioso fue el argumento del diputado socialista alicantino en el Congreso, Herick Campos, que retomó el mismo argumentario del PP del año pasado para defender los presupuestos de Mariano Rajoy de 2018, para la provincia los peores de la historia. Campos, que destacó un aumento de la inversión en la provincia del 33%, se aferró a la subida de las pensiones y del salario mínimo. Igualmente, incidió en el esfuerzo realizado por el Gobierno para mantener las inversiones en partidas concretas de carreteras, que pasa de 37 a 63 millones, así como en cercanías, que pasa de un ejecutado de 294.000 euros a 65 millones de euros. Los socios en el Consell se alejaban de esta posicion. Compromís seguía ayer con su tono combativo y ponía el grito en el cielo con unos presupuestos que son muy perjudiciales, aseguran, para la provincia.