El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que el próximo viernes arrancará por fin la tramitación de los presupuestos del Estado para 2019 con la aprobación del anteproyecto en el Consejo de Ministros como paso previo a su debate en el Congreso. Unas cuentas que, para que se cumpla la promesa que Sánchez realizó a Ximo Puig, deberían incluir inversiones para la provincia por un importe de 453 millones, lo que supondría elevar esa partida dedicada a Alicante en un total de 271 millones. Como se recordará, durante los dos encuentros que han mantenido en Moncloa, Pedro Sánchez se comprometió con Puig a equiparar la inversión en el total de la Comunidad con la población. El jefe del Consell se muestra convencido de que la Moncloa cumplirá mientras Compromís, con cuatro votos decisivos en Madrid para validar el presupuesto, presiona para exigir «trato justo» a la provincia y la Comunidad.

El detalle de los presupuestos del Estado del año pasado -a día de hoy todavía vigentes- evidenciaron, una vez más, el nivel de maltrato que sufre la provincia, la cuarta circunscripción del Estado con menos inversiones por habitante. Durante los gobiernos de Rajoy, el déficit inversor se acerca a los 1.100 millones en las comarcas alicantinas y a casi 2.700 en la Comunidad. Sólo en esas cuentas de 2018, la provincia tendría que haber recibido 271 millones más para estar en la media inversora del Estado -la cantidad que ahora debería suplementar el Ejecutivo de Pedro Sánchez-, dos tercios de los 334 que le corresponderían a toda la Comunidad Valenciana. Los presupuestos de 2017 y 2018 con poco más de 180 millones de inversión presupuestada en ambos casos son, de largo, los dos peores de la historia para la provincia.

De hecho, actualmente, Alicante suma 100 euros de inversión por habitante del Estado -incluyendo el gasto de la Seguridad Social- y solo supera en ese indicador, por este orden, a Almería, Navarra y Málaga. Incluso, la clasificación podría ser todavía más baja si se tiene en cuenta que la comunidad foral cuenta con un sistema propio que incluye una financiación muy ventajosa para sus arcas. No solo es que Alicante se queda a 117 euros de la media de España. Es la provincia de la Comunidad Valenciana peor parada en estas cuentas. En esos últimos presupuestos, la previsión era recibir 16 veces menos dinero que Zamora, el territorio que encabeza la clasificación de inversiones por habitante. Un expolio que se viene repitiendo de forma sistemática. Alicante pierde la partida con todas las provincias de un tamaño parecido -Sevilla, Vizcaya...- con la excepción de Málaga, todavía más a la cola.

Cuando se aprobaron esas cuentas, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, habló de la discriminación de la Comunidad y, especialmente, de Alicante. Ahora da por seguro que Pedro Sánchez cumplirá con la cuota autonómica aunque no citó el reparto por provincias. Puig ve «muy positivo» que el Gobierno «cumpla y presente los presupuestos» y emplazó a las fuerzas parlamentarias a no dilatar una aprobación que, dijo, «va en contra de la ciudadanía». El presidente de la Generalitat dijo esperar «el 10% de las inversiones regionalizadas para la Comunidad». «Estoy convencido de que así será», manifestó Puig. Compromís, por su parte, presiona. El portavoz de Economía en el Congreso, el alicantino Ignasi Candela, advirtió a Pedro Sánchez que sus cuatro diputados encabezarán un frente por las inversiones «si los presupuestos que presentará este viernes no nos dan un trato justo». Condicionan los decisivos votos de la formación de izquierdas, por tanto, a una mejora clara de la aportación estatal a toda la provincia y a la Comunidad.