El traslado al hospital La Fe y el estado de salud del exministro Eduardo Zaplana no ha permitido a su familia tener un mayor acceso a él, ya que tiene la visitas restringidas y limitadas. Según fuentes del entorno del expresidente de la Generalitat, «sólo puede acceder a la habitación su abogado, pero no se permite el acceso a sus hijas, a pesar de ser abogadas y estar personadas en la causa». De hecho, el régimen de visitas autorizado por el Juzgado de Instrucción 8 a la familia del exjefe del Consell es de «cuarenta y cinco minutos semanales» en los que se permite el acceso a la habitación, custodiada por dos policías. «A pesar de que en el centro penitenciario sí que podían ir a visitarlo sus hijas o su mujer en días alternativos», aseguran las mismas fuentes. En el hospital tampoco se le permiten llamadas telefónicas. «Sólo en presencia de un policía», apuntan.

La normativa penitenciaria permite «visitas semanales a las personas presas de 40 minutos de duración, durante el fin de semana (sábados y domingos) y en algunos centros, también los viernes por la tarde», según la secretaria general de instituciones penitenciarias. En estos encuentros pueden acudir un máximo de cuatro visitantes.

Unas normas que se repiten en caso de ingreso de un preso en una unidad de custodia hospitalaria o de un «hospital extrapenitenciario». De hecho, según un dictamen de los jueces de vigilancia penitenciaria del año 2003, «la habitación del hospital extrapenitenciario en que se halla el recluso es una prolongación del centro penitenciario, 'es' centro penitenciario», refleja un artículo de la Revista de Derecho de la UNED, elaborado por la doctora en derecho penal Dolores Serrano.

Esta misma directriz de los jueces de vigilancia penitenciaria añade que «por lo que se refiere a las visitas de familiares o allegados a los reclusos, parece claro que permanece incólume el regimen de autorización, restricción, limitación, intervención o prohibición de comunicaciones ordinarias y especiales, en cuanto a las personas y al modo, pero no empece que tales visitas se rijan por las normas del centro hospitalario».

Por otra parte, el exdiputado y exsenador del PP Jaime Ignacio del Burgo ha pedido por escrito al Juzgado de instrucción número 8 de Valencia la libertad provisional de Eduardo Zaplana, que lleva en prisión preventiva siete meses. Del Burgo señala que mantener en prisión a Zaplana «es una medida excesiva, vejatoria y gravemente nociva para su salud» por lo que insta a la jueza a que «decrete la libertad provisional»porque «si por no hacerlo se produjera un acontecimiento irreparable, no hace falta que le recuerde el contenido de los artículos 446 (prevaricación judicial) a 449 de nuestro Código Penal», asegura.