El Gobierno valenciano ha incrementado en 36,5 millones de euros (de 927,2 a 963,7 millones) la cuenta 409 del balance de acreedores, en la que se incluyen las operaciones pendientes de aplicar al presupuesto, también conocidas como «facturas en los cajones». Según expone la Sindicatura de Comptes en su informe de fiscalización de 2017, en este ejercicio «se han puesto de manifiesto incumplimientos de la normativa aplicable a la gestión de los fondos públicos» relacionados con la cuenta 409.

Los gastos contraídos sin cobertura presupuestaria, que se registran en la citada cuenta, «vulneran la ley». Entre estos gastos se incluyen los contabilizados en «Acreedores registrados por las consellerias», que crece de 337 a 450 millones, según recoge el informe.