No habrá polideportivo en Busot el año que viene. El alcalde de la localidad y vicepresidente en la Diputación Provincial, Alejandro Morant, ha cerrado el año sin presentar ante la institución provincial el proyecto para el centro deportivo que se ha pasado reclamando todo el año y que iba a financiarse al cien por cien con una ayuda «a dedo» del gobierno de César Sánchez. Finalmente, la localidad de l'Alacantí, que iba recibir 800.000 euros a través de una polémica subvención nominativa -el tipo de ayuda que no se somete a concurrencia pública- ha percibido en torno a los 35.000 euros para la redacción del pliego de condiciones. Las ayudas a Busot, la Nucía y Mutxamel, que salieron adelante con el voto necesario del diputado tránsfuga Fernando Sepulcre, fueron las más cuantiosas de cuantas ha concedido de forma directa César Sánchez desde que llegó a la presidencia de la Diputación. Se trata de pueblos gobernados por sus vicepresidentes Alejandro Morant y Bernabé Cano y por su diputado Sebastián Cañadas, todos del PP.
El motivo para no presentar el proyecto para el polideportivo que tuvo en jaque a toda la Diputación después de que Compromís denunciara esa ayuda «a dedo» que el equipo de gobierno le iba a dar al pueblo de su vicepresidente ha sido un recurso del colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. El alcalde de Busot explicó a preguntas de este diario que el citado colegio profesional recurrió la licitación de la redacción del proyecto porque se licitó solo para que lo realizaran arquitectos, lo que forzó el recurso de los ingenieros. Alejandro Morant decidió asumirlo, según indicó, para evitar un nuevo contencioso sobre una obra que le ha costado a este dirigente del PP y, por extensión, al presidente de la Diputación varios quebraderos de cabeza. Morant alegó que con el retraso que ha provocado el citado recurso ya no llegaba a tiempo para redactar el proyecto del centro deportivo, por lo que volverá a reclamar la misma ayuda en las cuentas del año que viene. Así, mientras el resto de municipios han presentado sus proyectos, Busot ha sido uno de los pocos que finalmente no lo ha hecho pese a la insistencia que su alcalde había mostrado todo este año para que su pueblo tuviera un polideportivo.
Al final, toda la polémica que ha girado en torno a esta obra se queda en nada y tendrá que volver a pasar por la misma fase de solicitud de las inversiones financieramente sostenibles del año que viene. Se trata de un proyecto que estuvo a punto de hacer estallar por los aires el sistema de reparto de ayudas «a dedo» -llamadas formalmente nominativas- de la Diputación.
La ayuda que una juez paralizó
Una vez Compromís judicializó la ayuda directa a Busot por valor de 800.000 euros, la jueza sobre la que recayó el asunto suspendió la tramitación de esta subvención. Con la decisión se bloqueó todo el plan de ayudas a dedo de la institución a la espera de que tanto la jueza como el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) donde el PP había recurrido la suspensión cautelar de la ayuda se pronunciaran sobre el asunto.
La Diputación cambió el sistema de reparto de subvenciones nominativas y retiró la polémica concesión a Busot, así como a La Nucía y Mutxamel, donde son alcaldes un vicepresidente de la institución y un diputado provincial del mismo partido. Entre estos tres cargos se habían repartido las subvenciones más altas del mandato de César Sánchez financiadas al cien por cien con fondos de la Diputación.
Al retirar la ayuda, el asunto se desinfló en el juzgado y PP y PSPV pactaron unos nuevos criterios de reparto. Con esos nuevos criterios el municipio de Busot ya pudo percibir la ayuda para el polideportivo que finalmente se concedió en el plan de ayudas para obras financieramente sostenibles. El recorrido de esta subvención ha durado prácticamente todo el año. Y al final, como ya se ve, para nada.
