El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, aseguró ayer que desde el punto de vista humanitario hay medidas para preservar que el exministro y expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, no pueda cometer delitos y que la prisión preventiva en su caso no es el camino adecuado. Zaplana, que padece leucemia desde 2015, se encuentra ingresado en el Hospital La Fe de València, donde fue trasladado el pasado martes desde el centro penitenciario de Picassent para hacerle una revisión programada.

Ximo Puig respondió a los periodistas que la prisión preventiva se debe aplicar sólo en casos muy determinados como establece la ley. El presidente valenciano recalcó su respeto por los jueces y los tribunales, que son los que deben adoptar este tipo de resoluciones, pero también afirmó que desde el «punto de vista humanitario hay medidas para preservar que no se puedan cometer delitos por parte de Zaplana, y la prisión preventiva no es el camino adecuado».

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, también se unió a la petición y dijo estar «complemente de acuerdo con el PP» en reclamar «humanidad» para que el expresidente sea tratado de su enfermedad en un hospital y no en la cárcel. En un mensaje en su cuenta de Twitter, Iglesias escribió que Zaplana «está en serio riesgo» y que se debería de tener en cuenta esta circunstancia para que pueda tratarse en un hospital. «Cualquier preso, haya hecho lo que haya hecho, merece que se respete su dignidad si sufre una enfermedad como la de Zaplana». El tuit terminaba con: «La humanidad engrandece a la democracia, también cuando se enfrenta al crimen».

Zaplana lleva seis meses en prisión incondicional y sin fianza como investigado por su presunta implicación en delitos de cohecho, blanqueo de capitales, malversación y prevaricación en el marco del caso Erial, cuyo sumario se ha declarado secreto.