El Consell intentará mantener un discurso de unidad para hacer frente a los ultras de Vox de cara a las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo. Y está claro también que el PP va a cultivar al máximo la relación con la formación que lidera en España Santiago Abascal, un antiguo militante popular, para tratar de convertir en escaños útiles los que pueda sumar Vox. Ni entre los populares alicantinos ni en la organización regional se hace ningún asco al «festejo» con los ultraderechistas. El PP va a mantener el tono de su discurso frontal contra el Botànic en la Comunidad. Muy crítico con cuestiones como el uso del valenciano o los derechos sociales, algo en lo que la formación de ultraderecha se siente cómoda. Los expertos apuntan, efectivamente, que el discurso de Vox crece a medida que se encuentra con mensajes que le permiten colocarse en el centro de la escena para captar voto de protesta tanto a derecha como también, incluso, entre antiguos electores de izquierdas. El mensaje de Pablo Casado le viene como anillo al dedo a Vox. La dirección del PP, incluso, tiene ya preparado su argumentario para justificarse: comparar a los ultras con Compromís. «Si el PSPV gobernó con ellos, nosotros también podemos con Vox», detallan.