Las sedes de los principales partidos de izquierda de la ciudad de Alicante -PSPV, Compromís, Podemos y EU- amanecieron ayer con una oleada de pintadas firmadas por una formación de ultraderecha en las que se les acusa de convertirse en traidores a España y se les califica de «rojos». Esta oleada de pintadas en los partidos de izquierdas se produce en vísperas de la reunión del Consejo de Ministros en Barcelona, en plena escalada de tensión por la crisis catalana y después del avance de la ultraderecha en las elecciones andaluzas. Se trata de un momento especialmente delicado, a las puertas de la precampaña para los comicios municipales y autonómicos. Los dirigentes políticos de las formaciones afectadas condenaron los ataques sufridos. La mayoría ya han padecido pintadas de este tipo en sus sedes a lo largo de este mandato. A pesar de todo, hicieron un llamamiento a la calma y a mantener la unidad contra los ataques «de los intolerantes». Los socialistas, incluso, presentaron una denuncia ante la Policía.

En las últimas semanas se ha incrementado la tensión política a raíz, especialmente, de la situación en Cataluña y por la entrada de Vox con 12 diputados en el parlamento andaluz.Preguntado por las pintadas en Cataluña, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, también se refirió a las pintadas en Alicante. Condenó los ataques con simbología independentista que las juventudes de la CUP realizaron en nueve sedes del PSC y la sede del PP en Badalona. En este sentido, también se hizo eco de las pintadas de la sede de Podemos en Alicante y las subió a su cuenta de Twitter. «Cualquier hecho de este tipo hay que condenarlo. Eso no ayuda al diálogo y a la convivencia», aseguró Pablo Iglesias.