Podemos tiró ayer de alicantinismo. Su plana mayor autonómica eligió la capital de la provincia para hacer balance de la legislatura a punto de acabar en la Comunidad y de las enmiendas que ha presentado a los últimos presupuestos de la Generalitat por dos motivos. Primero, por el «peso de esta provincia, que es la quinta de España y una de las más dañadas por la crisis, hasta el punto de que sus trabajadores cobran ahora 1.500 euros menos que hace diez años», según remachó su candidato a presidir el Consell, Rubén Dalmau.

El segundo, de tinte más político, lo difundió el secretario general de Podem, Antonio Estañ, quien señaló que lo sucedido en la ciudad de Alicante durante este mandato, con el naufragio del tripartito y el retorno del PP al poder, debe servir como un «aviso» de cara a la próxima legislatura. «No basta con desalojar del poder al PP, las fuerzas de la izquierda cuando gobiernen han de cambiar el modelo productivo, transformar la sociedad».

Si no lo hacen, «si no cumplen con las expectativas de la ciudadanía» y se abandonan al «tacticismo y a la estrategia» anida, según Estany, otro riesgo: «No queremos que aquí pase lo de Andalucía, donde las fuerzas progresistas han de hacer autocrítica; queremos seguir ahondando en la vía valenciana frente a cualquier retroceso, porque si esta legislatura ha sido de transición, la próxima ha de ser la de la reconstrucción».

Arropando a un alcaldable

Precisamente, para olvidar el sabor amargo que deja esta legislatura en el Ayuntamiento de Alicante, Podemos arropó en el acto, celebrado en el Club INFORMACIÓN, a quien será su candidato a la Alcaldía, Xavier López, quien instó a inaugurar esa nueva época: «Hoy iniciamos la construcción de una nueva Alicante, una ciudad participativa, diversa, feminista, que deje de lado el desgobierno y la corrupción, y mire al futuro», declaró.