Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Del «ninguneo» de Mariano Rajoy a las promesas sin fondo de Pedro Sánchez

Los mandatos del PP con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno consagraron, sin ninguna duda, el actual escenario de marginación de la provincia de Alicante en la distribución de los fondos del Estado. Todo ello, además, junto al expolio que sufría la Comunidad en el reparto de la financiación autonómica, tanto en el sistema que impulsó José María Aznar y que entró en vigor en 2004 como en el que aprobó José Luis Rodríguez Zapatero en 2009 y que todavía se está aplicando a día de hoy a pesar de que está caducado desde hace casi un lustro. Los años en los que se registró un mayor recorte en los compromisos inversores del Estado en la provincia se corresponden, como se puede apreciar en la gráfica que acompaña esta información, durante esos años. Entre 2012 y 2018. Es una evidencia.

Desde 2015, cuando la izquierda relevó al PP en el Palau de la Generalitat después de dos décadas al mando, el Consell del Botànic que comparten los socialistas y Compromís se marcó como parte de su relato político la exigencia a Madrid de un cambio en el sistema de financiación pero también de un reparto de las inversiones del Estado que se ajustara, como mínimo, al peso de la población, cerca de un 11% del total. Rajoy, sin embargo, «ninguneó» por completo las peticiones del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, con dos de los presupuestos más bajos de la historia para la provincia de Alicante: los de 2017 y 2018. La respuesta al discurso frontal del Consell se tradujo en rebajar todavía más las inversiones estatales.

La moción de censura que aupó a los socialistas a la Moncloa con el respaldo, entre otros grupos, de Compromís y de Podemos, socios del PSPV en el Botànic, le abrió al Consell una puerta a la esperanza. Durante una primera reunión en Madrid, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le garantizó a Puig una equiparación en los presupuestos para 2019 del volumen inversor al de la población. Sería la primera vez, casi en una década, que se produciría ese compromiso. Pero las cuentas siguen bloqueadas por la falta de consenso parlamentario y, además, durante su visita en la jornada del 9 d'Octubre a València, Pedro Sánchez no pasó de una tibia referencia sin demasiada concreción. A partir de ese momento, todas esas promesas de los primeros meses de mandato se han quedado con poco fondo. Sin apenas recorrido. Así que, por su propia situación política, los socialistas tampoco han pasado de las palabras a los hechos.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats