n Mónica Oltra no dudó ayer en invitar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a celebrar la próxima reunión del Consejo de Ministros en València, para lo que le ha ofrecido el Palau de la Generalitat. Oltra se expresó así en rueda de prensa tras el pleno del Consell al ser preguntada sobre las intenciones de Sánchez de celebrar el 21 de diciembre la reunión de ministros en Barcelona, coincidiendo con el aniversario de las elecciones autonómicas que promovió Rajoy tras aplicar el 155. Cree que es «una buena idea» y una iniciativa «razonable» que se descentralice la actividad política en Madrid y lleve los encuentros ministeriales por España. Lejos de concebirlo como una «provocación», tal como considera el gobierno catalán, Oltra cree que es normal que se elija Barcelona «como segunda capital española». Por esta razón espera que dentro del «tour» que ha iniciado València sea la tercera ciudad en visitar, de acuerdo a la lista de población.

«Es importante política y simbólicamente», dijo Oltra, convencida de que trasladar a Barcelona la reunión no solo hace al gobierno más visible hacia las personas, sino que incluye a todos los territorios. Recordó que el Consell realiza estas salidas desde 2015 y las ha llevado a Ademuz, Castellón o Elche. No ocultó su malestar porque la situación catalana empañe la agenda valenciana. «El reto territorial ni empieza ni acaba en Cataluña: hay más personas y más territorios» defendió. «Estamos cansados de que el foco siempre esté puesto en Cataluña», dijo la vicepresidenta.

Dado que la atención política se centra en la comunidad vecina, se puso en relieve los esfuerzos que el Consell hace por defender los intereses valencianos y solucionar sus «graves» problemas. En esta línea, se felicitó porque «después de ocho años» se haya reactivado la reforma del Estatut d'Autonomia valenciano en el Congreso, que blinda las inversiones estatales respecto al peso poblacional. Una cuestión donde todos los partidos de las Cortes estuvieron de acuerdo, pese al voto en contra de Cs en la cámara baja, un partido con una gran «incoherencia política». Abordar la financiación es un problema a solucionar aunque no parece que vaya a ser un proceso ágil. Hasta entonces, la vicepresidenta pidió «medidas singulares» para compensar a la Comunidad.