En una época en la que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) está cuestionado, la opinión de que no existen indicadores suficientes para conocer las necesidades u opiniones de los valencianos que permitan acometer políticas públicas es compartida.
Varios sociólogos preguntados por este diario apuntan a la necesidad de crear un CIS valenciano, al estilo del que tienen otras autonomías como Cataluña, País Vasco o incluso Andalucía.
Explican que cuando el CIS estatal realiza encuestas sobre el territorio tienen un margen de error muy elevado, lo que hace imposible disponer de datos de calidad en el ámbito autonómico.
«No tenemos indicadores suficientes y esto es un problema importante porque no nos conocemos suficientemente», apunta el sociólogo Rafa Castelló. «Necesitamos un banco de datos público -añade el sociólogo Vicent Flor- al alcance de cualquier investigador, no tanto para analizar intenciones de voto, sino cuestiones como Sanidad, Educación o comportamientos de los jóvenes, por ejemplo, que permitan a los políticos tomar decisiones más adecuadas; ahora solo podemos especular porque no tenemos datos suficientes a escala comarcal y ya no digo local de cuestiones muy importantes sobre Estado de Bienestar, barómetros políticos o qué piensa el ciudadano; no tenemos nada y sería importante que el CIS valenciano dependiera directamente de las Corts y no de la Generalitat para evitar controles partidistas».
Hay coincidencia con otros expertos que consideran que estos estudios sociológicos tienen que plantearse desde una perspectiva alejada de los ciclos electorales para tener una mirada más general que permita conocer mejor a la sociedad valenciana.
Y aunque el CIS, que realmente solo es conocido entre la ciudadanos por sus estudios sobre intención de voto (muy cuestionados en los últimos meses), realiza trabajos cada cierto tiempo sobre las autonomías, estos no son de una gran calidad, apuntan varios expertos.
Una promesa electoral
Antes de llegar al Consell en 2015, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció su intención de crear un Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) valenciano durante esta legislatura que finalmente no se ha llegado a poner en marcha, aunque fuentes cercanas al presidente aseguran que probablemente sea una de las cuestiones que aparecerá en el programa electoral de 2019. Al principio de mandato se intentó dar un empujón al análisis de las políticas públicas desde la Generalitat, pero no hubo continuidad y el último barómetro presentado por el Consell se remonta a hace un año.
En los años del PP en el Consell se realizaron numerosos estudios con cuestionarios que abordaban distintos ámbitos, pero a los que la entonces oposición nunca tuvo acceso hasta que una decisión judicial obligó al ejecutivo del PP a publicarlos. Eran trabajos en profundidad, explica un analista que prefiere el anonimato. Incluso llegaban a plantearse preguntas que hasta podrían resultar «tendenciosas», añade, pero ese permitía entonces al gobierno valenciano tener una perspectiva privilegiada de los comportamientos sociales y las necesidades y problemas de los valencianos y por tanto adecuar sus políticas, lo que éticamente era bastante reprobable por la falta de transparencia con la que se hacían aquellos estudios, opina. «Lo que llamaba la atención era cómo hacían la pregunta porque ya te decía lo que querían encontrar», añade.
Ahora, los trabajos que ha hecho el nuevo Consell se han difundido y se han enviado a los diferentes partidos para su conocimiento.
En la actualidad, por ejemplo, el Ayuntamiento de València cuenta con un Barómetro Municipal de Opinión Ciudadana que le permite orientar sus políticas al conocer lo que la ciudadanía opina.
