El barómetro de noviembre del CIS difundido el pasado miércoles señalaba que el 28,8% de los valencianos es partidario de un único gobierno central sin autonomías. Es uno de los índices más altos en España: parejo al de Madrid (29,3%) y Aragón (29,4%) y solo por detrás de los de Castilla-La Mancha (32,1%) y Castilla y León (38%).
Sin embargo, un repaso a los datos autonómicos históricos del CIS revela que no ha habido un refuerzo del sentimiento centralista en los últimos años, después del conflicto independentista en Cataluña. Al margen de la aparición de banderas españolas en numerosos balcones tras el referéndum del 1 de octubre de 2017 y la fuga de Carles Puigdemont a Bélgica, el porcentaje de valencianos que preferirían un Estado centralista y sin autonomías es casi el mismo que en 2012.
El CIS realizó aquel año el último de sus grandes estudios demoscópicos por comunidades. El 30,6% de los encuestados valencianos se declaraba entonces partidario de un único gobierno central. Un porcentaje incluso superior al 28,8% obtenido ahora.
La eliminación de las autonomías es uno de los temas centrales de la agenda política actual. La irrupción de Vox tras las elecciones andaluzas lo ha puesto de más actualidad aún, ya que es uno de los pilares de su programa. En esa línea, pero sin ir tan lejos, el presidente del PP, Pablo Casado, ha defendido que las competencias educativas deberían estar bajo control del Gobierno central.
La revisión a más largo plazo de la serie histórica sí destapa que se ha producido una crisis en la creencia en las autonomías. En 2005, solo el 12,3% de los valencianos se manifestaba a favor de un gobierno central sin autonomías. En cambio, el 54,6% prefería no tocar nada y dejar el Estado con unas autonomías sin más ni menos competencias.
En la actualidad, los valencianos partidarios de mantener la organización tal como está son el 36,9%, casi veinte puntos menos.
¿Qué ha sucedido? 2012 es el año en que la crisis financiera se tradujo en grandes recortes del gasto público para cumplir con los criterios de déficit que exigía la UE. Se abrió entonces el debate de suprimir las autonomías. Desde entonces, el sentimiento parece haberse disparado. Y en la Comunitat Valenciana especialmente. Es una hipótesis.
