No ha habido sorpresa a pesar del susto de ayer. Jorge Rodríguez será proclamado hoy candidato del PSPV a la alcaldía de Ontinyent. Así lo aseguraron ayer el primer edil y el secretario de organización del PSPV, José Muñoz, antes de un acto de partido en la capital de la Vall d'Albaida, para hacer balance de las inversiones de la Generalitat en la ciudad.

Rodríguez afirmó que hoy será proclamado oficialmente, «así lo espero dijo», añadiendo que «yo estoy a lo que el partido mande, como siempre».

Muñoz, por su parte, ratificó la candidatura socialista de Rodríguez. Recordó lo dicho en septiembre: que el actual alcalde sería candidato si no había ninguna novedad en el proceso judicial del caso Alquería, por el que Rodríguez tuvo que dimitir como presidente de la Diputación de València. Muñoz manifestó ayer que «no hay ninguna modificación en el proceso y Rodríguez será candidato del PSPV».

El 5 de diciembre -hoy- era la fecha para posibles primarias en Ontinyent y «no las habrá -nadie con el apoyo del 50% de la agrupación se ha presnenado-. Rodríguez podrá presentarse», aseguró.

Las dudas sobre la candidatura planearon ayer por la visita de agentes policiales de la UDEF (Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal) a las sedes de la diputación, Divalterra y del Ayuntamiento de Ontinyent.

El juez del caso Alquería autorizó a «completar la documentación intervenida» el pasado 27 de junio, durante la detención de Rodríguez y los otros investigados.

En el caso de la corporación buscaban los correos de uno de los investigados, que no es Rodríguez, señalaron fuentes conocedoras de la visita. En Divalterra recabaron el material que ya incautaron en junio pero en un formato diferente. Y en el consistorio los agentes reclamaron acceso a los correos electrónicos personales de los investigados, a pesar de que ya se les facilitaron las claves en junio y la Policía las cambió para evitar alteraciones. Pero un «problema informático» les impidió acceder a estas cuentas de correo por lo que ayer volvieron a Madrid con las «manos vacías», ya que las antiguas contraseñas de los investigados ya no sirven. «Esto es un sainete», lamentan fuentes de los investigados.