El director de investigaciones del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Antonio Alaminos, alertó ayer en Alicante del auge de la extrema derecha y subrayó que si se sigue «alimentando a Vox» crecerá hasta obtener presencia incluso, citó como posibilidad, en plazas emblemáticas como Madrid. En un desayuno del Foro Club INFORMACIÓN-Universidad de Alicante-Bankia-CEV con la colaboración de Aguas de Alicante, Alaminos insistió en que la extrema derecha estaba «fragmentada y marginada», pero que ahora se «le hace caso» hasta el punto de darle un estatus, algo de lo que responsabilizó de forma directa tanto al PP como a Ciudadanos. «Cuando este estatus llega, la sociedad ya empieza a tener en cuenta a estas formaciones como una opción política», afirmó.

Antonio Alaminos, sociólogo y catedrático en la Universidad de Alicante y que accedió a su cargo como responsable de Investigación del CIS con el gobierno de Pedro Sánchez, destacó que los movimientos en el bloque de derechas tienden a darle valor a ese discurso ultra, lo que ha terminado por alimentar a estros grupos. «Vox puede crecer, claro que sí», aseguró a preguntas de los asistentes. Explicó que se vende como un movimiento, no como una formación política, cuyo objetivo es deslegitimar la función del resto de partidos. En clave electoral -cuando quedan menos de seis meses para los comicios municipales y autonómicos previstos en mayo y a unas horas de las andaluzas- el experto demoscópico explicó que el crecimiento de la extrema derecha está afectando especialmente al PP, un partido que ha quedado en medio del sandwich: Vox a la derecha y Ciudadanos a la izquierda. «El PP es el más afectado porque hasta ahora vertebraba toda la derecha, desde el centro al extremo. Ahora se encuentra encajado», aseguró el catedrático Alaminos.

Respecto a Cs, valoró que si no se hubiera escorado a la derecha, sino al centro, hubiera crecido de forma exponencial. «Al tirarse a la derecha se ralentizó su expansión», indicó. A su juicio, Cs cometió el error de dejar de competir con el PSOE para tratar de jugarse la bolsa de votantes con el PP. La situación política que se ha ido conformando en España en los últimos años llevó a algunos asistentes a preguntar por la polarización de los partidos. En este sentido, explicó que la derecha se ha polarizado más que la izquierda mientras que tanto antes con el bipartidismo como ahora con una esfera política más variada los bloques siguen necesitando a los partidos bisagra nacionalistas. Son las formaciones territoriales las que siguen decantando mayorías en el Congreso. Los votantes de Podemos y de EU estaban en el mismo espacio, pero los morados tuvieron que relajar su discurso y se «moderaron» al tiempo que desde la derecha se empuja al resto de partidos aún más a la derecha. La intención de voto, no obstante, no ha cambiado desde junio, según Alaminos. Los partidos están igual y no ha habido apenas variación. Todo dependen de la metodología que se aplique en la «cocina». En este sentido comentó que para que Cs pase y supere al PP tendrá que pasar mucho tiempo aunque estadísticamente puedan estar empatados.

Preguntado por si Cs y Podemos podrían desaparecer pronto o si han llegado para quedarse, Antonio Alaminos describió dos situaciones distintas. En el caso del partido naranja habló, aunque lo consideró poco probable, de una preocupación interna por la repetición del modelo que fracasó con UPyD, un partido ahora residual que tuvo gancho con Rosa Díez. Hoy muchos miembros de UPyD están en Cs, que también ha tenido un trasvase del 20% de apoyos del PP. Por su parte, Podemos lidia con otras dificultades. Para Alaminos, ha tenido un proceso «interesante», hasta el punto de que tener que enfrentarse rápidamente al desafío de ser un movimiento social a ser un partido político. Tras considerar que los morados habían «fracasado» en su diseño de partido, afirmó que es el fraccionamiento autonómico de Podemos, con sus mareas y coaliciones, lo que le está permitiendo sobrevivir. «Esas siglas autonómicas le pueden acabar de estabilizar», indicó.

Cambio constitucional

En cuanto al debate sobre el cambio de la Constitución, Antonio Alaminos se refirió a que a la gente lo que le preocupa es su economía, el paro y las garantías que le puedan dar los políticos sobre sus problemas. Consideró, por ejemplo, que una de las cosas que cita la gente es la lejanía cada vez mayor con los partidos políticos. Así que, afirmó, habrá que tener en cuenta en la recogida de información sobre el cambio constitucional que la gente lo que querrá son reformas en aquellos asuntos que le afectan y le preocupan. Respecto «al enganche» de los jóvenes con la actividad política, recordó el movimiento en la Puerta del Sol como un punto de inflexión en la participación de este grupo poblacional, que empezó a interesarse por la política. Los jóvenes se han ido a partidos nuevos y no tanto a las viejas siglas del bipartidismo como el PP y el PSOE.

No quiso entrar a valorar, sin embargo, cuestiones de ámbito autonómico, sobre las que el CIS no investiga habitualmente en sus predicciones demoscópicas. No entró en el debate sobre los partidos que se podrían beneficiar de un anticipo de las elecciones en la Comunidad Valenciana, algo que se especula que daría alas a los socialistas. El sociólogo optó por el silencio y no se mojó. «Hay veces que uno al estar en ciertos sitios...», aseguró antes de pedir que se pasara a la siguiente pregunta.

Antonio Alaminos es catedrático de sociología matemática y está especializado en métodos comparados para el estudio del cambio y estructuras sociales. Con una trayectoria como catedrático centrada en la Universidad de Alicante, ocupa el cargo de director de investigaciones del CIS desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, aunque ya había trabajado con el centro de investigación. La conferencia de ayer cobraba especial interés a menos de seis meses de las elecciones municipales y autonómicas y a horas de la celebración de las andaluzas. A ello habría que sumar la polémica que sacudió al CIS en julio después de que el Consejo de Ministros aprobara el nombramiento del socialista José Félix Tezanos como presidente del centro. La llegada de Tezanos al CIS y su renuncia como miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE coincidió con un cambio en «el cocinado» de datos que elevó de forma notable la inteción de voto de los ciudadanos hacia el PSOE.