El discurso de Podemos ayer en las Cortes ante la Ley de Acompañamiento a los presupuestos de 2019 presentada por sus socios, PSPV y Compromís, fue tan duro que en muchos momentos llegó a planear incluso la sombra de la ruptura cuando no hace ni tres semanas que los tres líderes del Botànic (Puig, Oltra y Estañ) estamparon su firma en los presupuestos. El ayer portavoz de Podemos, Antonio Montiel, calificó la ley de poco ambiciosa, incoherente, superficial, pacata, cojitranca, anodina y repleta de parches. Ni el PP, que casi se veía descorchando cava por la ruptura de sus rivales, ni Ciudadanos llegaron a tanto. Pero ese discurso tiene intrahistoria. Señalan fuentes de Podemos que incluso sus propios compañeros tuvieron que pedir a Montiel que bajara el tono. Sus palabras molestaron a muchos de los diputados, que vieron en su discurso demasiada dureza cuando las cuentas ya están pactadas de antemano. Para entenderlo hay que situarse en el contexto interno de Podemos, donde Montiel ha quedado descolocado, fuera del pacto mayoritario de familias. La de ayer sería su forma de reivindicarse.

Montiel dijo que no tolerará ni «Puerto Orengo» ni más autonomía a la Epsar, la empresa pública del germen de la corrupción de Emarsa. Sobre la primera cuestión llamó a sus socios a impedir las puertas giratorias en el modelo de gestión de puertos como el de Dénia, situación que se daría entre la empresa Balearia y José Manuel Orengo, que hasta hace unas semanas era asesor del presidente, Ximo Puig, y que hoy trabaja para la empresa naviera. «No permitiremos que se le dé un retiro dorado ni una auténtica puerta giratoria a Orengo y sus conmilitones», dijo. Montiel añadió que su partido se va a dar un tiempo para decidir su apoyo a la la Ley de Acompañamiento porque no piensa tolerar ni la «privatización de beneficios» del puerto de Dénia ni permitir una mayor autonomía para la Epsar, una «súperEpsar», dijo.

Los parches

En ese contexto, Montiel se encaró con Manolo Mata (PSPV) y Mireia Mollà (Compromís). La diputada valencianista le reprochó que dijera que la Ley de Acompañamiento es débil «por dos detalles», en referencia a Orengo y la Epsar y añadió que hablar de parches a la ley era denigrar la actividad parlamentaria. «No son parches son temas de interés», señaló. Mata y Montiel mantienen una especie de pique desde el inicio de la legislatura. Ya se han enfrentado en otros momentos. Mata respondió al podemita: «Usted emplea un tono que no es el adecuado y es de muy mal gusto que usted plantee esto aquí. Yo soy conmilitón de Orengo; es una persona honesta, pero con mucha mala suerte y vale ya; no venga a deslizar no se sabe qué intereses ni me ponga a mi y a mis compañeros socialistas una sombra de vinculación a intereses oscuros porque no somos ni casta ni estructura, ni avalamos las puertas giratorias», dijo molesto.

Mata defendió que los puertos pueden tener autonomía en toda España y ser entidades de derecho público desde 1996 cuando así lo pactaron PP y Convergència. Sobre esta cuestión, la diputada del PP Eva Ortiz aseguró que no gusta en Compromís, pero que en la coalición están maniatados por su apoyo a los socialistas. Incluso sostiene la portavoz popular que ve posible un futuro entendimiento con Podemos en varios puntos. Respecto a la Epsar, Mata defendió que los cambios en esta firma van a permitir una mejor gestión en esta empresa en el futuro, aunque alcaldes socialistas como el de Albal, Ramón Marí, ya han advertido de que puede ser el germen de un nuevo caso Emarsa.

Las cuentan siguen adelante

Finalmente, el pleno rechazó con los votos de PSPV, Compromís y Podemos las enmiendas presentadas por PP y Ciudadanos. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, defendió que amplía los beneficiarios de indemnización en casos de violencia machista, rebaja un 8 % las tasas académicas y suprime las barreras fiscales para acabar con la brecha digital. Eva Ortiz denunció que la ley de Acompañamiento elimina controles para seguir gastando, enchufando y despilfarrando sin control; demuestra arrogancia en la gestión y no incluye ni una sola medida para mejorar la vida de los valencianos, mientras sube los impuestos, según explicó la diputada del PP. Ortiz. El portavoz de Economía de Ciudadanos, Antonio Woodward insistió en reclamar la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones para familiares directos, y lanzó críticas contra «las trampas» de los grupos del Consell al incluir modificaciones a otras leyes que nada tienen que ver con el ámbito de las tasas e impuestos.