El número tres de la trama Gürtel y máximo responsable de Orange Market en València, Álvaro Pérez «El Bigotes» implicó ayer a Francisco Camps y sus lugartenientes Vicente Rambla, Gerardo Camps, Juan Cotino y Esteban González Pons en el caso de la Fórmula 1 en València. «Tenían mando en plaza», aseguró Pérez, según confirman fuentes conocedoras de su declaración.

Pérez había solicitado voluntariamente volver a declarar en la causa que investiga el Juzgado de Instrucción 17 y la Fiscalía Anticorrupción por las presuntas irregularidades en la construcción del circuito de Fórmula 1, además del presunto pago de mordidas por parte de las empresas que participar en la construcción del circuito.

En 2006 y 2007, cuando se gestó la construcción del circuito y la organización de los cinco grandes premios de Fórmula 1 en València, la trama Gürtel campaba a sus anchas en la Comunitat Valenciana. De hecho, Álvaro Pérez había sido parte activa en la organización de la visita del Papa Benedicto XVI en julio de 2006, por la que la trama logró 7,4 millones de euros en mordidas. «El Bigotes» era el perejil de todas las salsas. Y también intentó participar en el negocio de la Fórmula 1, por lo que «hablé con Francisco Camps» para que le dejara participar en el negocio de los bólidos que iban a quemar ruedas por los Poblats Marítims. Según la declaración de Álvaro Pérez, que se prolongó desde las cinco hasta casi las 8 de la tarde, tras solicitar a Camps el acceso a la información privilegiada sobre las contrataciones del circuito, logró que el entonces vicepresidente de la Generalitat, Vicente Rambla, le facilitara los planos del circuito. Era diciembre de 2007 y las obras del trazado ya estaban adjudicadas, aunque la trama Gürtel aspiraba a instalar las gradas del circuito.

«El Bigotes» obtuvo los planos del trazado en una reunión en la que estaban presentes Rambla, y los directivos de Valmor Sport SL -la empresa privada supuesta organizadora del evento-, Jorge Martínez «Aspar» y Facundo García de la Cuadra. Finalmente las empresas de la Gürtel no lograron meter cabeza en el negocio de la F1, ya que las gradas fueron instaladas en por la empresa suiza Nüssli.

Políticos con «mando en plaza»

Pérez también citó a los lugartenientes de Francisco Camps, Gerardo Camps, Juan Cotino y Esteban González Pons como políticos «con mando en plaza» en las contrataciones sobre el circuito, aunque la jueza no le dejó profundizar al citar estos nombres, en las que participaban empresas que eran «de la cuerda» de los políticos que dirigían la Generalitat.