Llegaron las primarias para elegir al candidato socialista a la Alcaldía de Alicante. Y ni los retrasos del calendario para ganar tiempo de negociación ni los movimientos para evitar un choque de trenes entre los clanes del partido en la capital han evitado lo que parecía, desde hace meses, una evidencia: la agrupación de la capital se lanza a otra gran batalla interna incapaz de entenderse para llegar a un acuerdo sobre un nombre que permita «esquivar» un mayor deterioro de las siglas del partido. Las cuitas internas del socialismo alicantino han terminado por «espantar» la vía del pacto y han dinamitado el posible fichaje de un candidato independiente con el que en las últimas horas estaba negociando la dirección del PSPV. Todo apunta, por tanto, al camino de unas durísimas primarias con cerca de dos meses de batalla y debate interno por delante ya en plena precampaña electoral.
Minuto y resultado. La edil Eva Montesinos, como adelantó este periódico, ya registró ayer mismo su candidatura acompañada por la mitad del grupo municipal, colaboradores del exalcalde Gabriel Echávarri antes en la órbita de Ángel Franco, miembros de Izquierda Socialista y militantes críticos con el exsenador.
El «sanchista» José Asensi ya ha anunciado que lo hará cuando arranque la próxima semana a sabiendas de que tiene los votos justos para llegar a la votación. Y Ángel Franco tendrá que elegir a uno de los suyos como aspirante una vez que certifique este fin de semana las diferencias internas. Los nombres de la diputada Sandra Martín y de la sindicalista Marisa Navarro aparecen en todas las «quinielas». El exsenador, que controla la ejecutiva de Miguel Millana y maneja la mayor parte de los hilos de la agrupación socialista, entiende que la dirección local debe convocar en las próximas 48 horas -el tope máximo es el fin de semana toda vez que el martes acaba el plazo para presentar candidatos- tanto a Montesinos como a Asensi para facilitar que pueda existir un pacto sobre la base de un candidato acordado por todos sin necesidad de llegar a unas primarias.
La cuestión, en estos momentos, es el nombre. Los socialistas, desde hace meses, han ido quemando todos los cartuchos que han ido surgiendo en público o en privado. Desde el presidente del Puerto, Juan Antonio Gisbert, hasta el rector Manuel Palomar pasando por la directora general de Universidades, Josefina Bueno, a la que proponían con insistencia algunos dirigentes socialistas; o por Jorge Olcina, al que también sondearon. En las últimas horas, como ha ido informando este periódico, la dirección del PSPV mantenía contactos discretos con un independiente, que se ha echado atrás ante la evidencia de que el socialismo alicantino continúa siendo una jaula de grillos. Ayer mismo ya trasladó una respuesta negativa al secretario de Organización del PSPV, Jose Muñoz, que no obstante, con pocas esperanzas eso sí, le ha pedido que vuelva a darle otra vuelta. Ya en todo caso sería con las primarias en marcha y sin la seguridad de consenso alguno. Así que la cúpula socialista se muestra muy pesimista y da por casi seguro que, finalmente, la agrupación alicantina está abocada a un nuevo enfrentamiento con desgaste interno.
En estos momentos, por tanto, todos los focos apuntan al grupo de Ángel Franco que, salvo en las primarias que eligieron a Pedro Sánchez como secretario general, ha salido victorioso de todos los procesos de la agrupación alicantina durante las últimas dos décadas. Los seguidores de Franco van a mantener la palabra que dieron a Ximo Puig de intentar el consenso hasta el último minuto. En las conversaciones de este fin de semana con Montesinos y el «sanchismo» quieren explorar la vía de volver a proponer un acuerdo sobre la base de un aspirante pactado aunque sea militante socialista. Pero, en el supuesto de que ese proceso tampoco llegue a buen puerto, los afines al exsenador, con toda seguridad, presentarán también un aspirante para intentar jugarse la candidatura a la Alcaldía de Alicante. Continúa el conflicto.
