Los presupuestos de la Generalitat para 2019, que deben de remitirse antes de final de mes a las Cortes para su aprobación definitiva, destinarán 13.000 millones de euros para políticas sociales, como sanidad, educación, servicios sociales, empleo y vivienda, lo que supone 2.300 millones de euros más -alrededor de un 20% de crecimiento- que en 2015, cuando gobernó por último año el Partido Popular. Así lo anunció el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la sesión de control de las Cortes. Un debate en el que el portavoz de Podemos, Antonio Estañ, alertó de que «no hay excusas» para no avanzar en las próximas cuentas autonómicas con medidas «más ambiciosas», sobre todo después de que la pobreza haya aumentado en 2017. Puig consideró que el Consell camina en el «itinerario correcto» para construir una nueva prosperidad social, gracias a la colaboración de Podemos, partido al que ha agradecido la capacidad de llegar a acuerdos y comprometerse.

Pese a ese agradecimiento a los «morados», el grupo de Antonio Estañ sigue considerando que hacen falta «avances» en sanidad, vivienda y en apoyo a las pymes. Ya fuera de la carrera electoral para 2019 después de haber renunciado a la candidatura a la Generalitat a favor de Rubén Martínez Dalmau, Estañ emplazó al Consell a mostrar en los presupuestos sus prioridades y a respaldar materialmente todos los compromisos anunciados. «Por mucho que algunos quieran parar esta legislatura, no ha acabado y queda mucho por hacer, por lo que espera que se esté a la altura y se cumplan los compromisos», argumentó el jefe del Consell.

Puig señaló que en el proceso de discusión del proyecto presupuestario se va a trabajar en la línea de conseguir acuerdos, como se ha hecho ahora en España y destacó que el pacto del Botànic ha permitido dar estabilidad y crear un escenario favorable para la economía y la convivencia. Podemos «ha sido un ejemplo», indicó Puig, quien aseguró que, en estos momentos, el Gobierno de España se fija en Portugal y en la Comunidad Valenciana, lo cual es «un buen camino que incluso aplauden en la Unión Europea, aunque algunos vayan por allí a distraer la atención». Para el presidente de la Generalitat, es una «buena decisión» suprimir el copago farmacéutico para varios colectivos, así como universalizar la sanidad, blindar la función social de la vivienda, reducir las tasas universitarias, incrementar las becas o impulsar la cofinanciación de la dependencia.

El jefe del Consell pidió que prime la «responsabilidad» y «el sentido común» y se puedan aprobar los Presupuestos del Estado para 2019, aunque ya sabe quién no tiene la responsabilidad en España, porque «nunca la ha ejercido». El portavoz de Compromís en las Cortes, Fran Ferri, por su parte, recriminó que las propuestas de Pedro Sánchez sobre la Comunidad no tengan «una concreción» y recordó que tras el anuncio de Puig del compromiso del presidente con el 10% de las inversiones territorializadas en los presupuestos generales del Estado, luego Moncloa hiciera una comunicación «en la que no se concretaba» esa promesa. Promesas que el Consell rechaza por insuficientes como la oferta de 900 millones desde Madrid para la nueva financiación autonómica, que no llega a los más de 1.300 que reclama la Generalitat.