El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se despidió ayer de Santa Pola con una comida de más de cinco horas en un conocido restaurante junto a unos ochenta compañeros y amigos vinculados a la localidad y al Registro de la Propiedad, donde volvió a trabajar en junio tras dejar la política al verse desbancado por la moción de censura que elevó a la presidencia de España al líder de los socialistas, Pedro Sánchez. Un registro que ahora deja tras conseguir el traslado al centro de Madrid en un tiempo récord.

El restaurante elegido para la despedida volvió a ser el Batiste, en la zona portuaria de Santa Pola, donde Rajoy tiene por costumbre acudir. La última vez que trascendió una comida en este local fue hace mes y medio para reunirse con sus principales colaboradores: la exvicepresidenta, Soraya Saenz de Santamaría; el exportavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo; el «gurú» demoscópico del PP de Rajoy, Pedro Arriola, marido de Celia Villalobos ;y Carmen Martínez Castro, secretaria de Estado, jefa de prensa de Rajoy en Moncloa y protagonista del sonado incidente en Alicante cuando, en la última visita del exdirigente del PP como presidente del Gobierno, atacó a unos pensionistas que se manifestaban a las puertas del consistorio alicantino con la frase «¡Qué ganas de hacerle un corte de mangas y decirle: Pues os jodéis!».

Ayer, el expresidente reservó una zona en exclusiva para unos 80 comensales donde los platos elegidos fueron arroz a banda, fideuá y entrantes basados en productos del mar, sobre todo calamares y pescadito. La comida empezó pasadas las 14:30 horas y acabó a las 19:30.

Rajoy se incorporará en breve al registro mercantil número cinco de Madrid, ubicado en el número 44 del Paseo de la Castellana. Mientras tanto, ha estado residiendo en dos hoteles de la capital alicantina. El expresidente de España y exlíder del PP ofreció unas palabras para agradecer su acogida en Santa Pola y su «amor por el Mediterráneo». A su vez, dijo en los corrillos que no quería ni oír hablar de política, según señalaron algunos asistentes. Rajoy se llevó de regalo una réplica de la vieja torre vigía de Santa Pola que le recordará su paso breve pero «bonito» por tierra santapolera. «Volveré», aseguró Mariano Rajoy.

Asistentes

Rajoy volvía a Madrid anoche sobre las 23 horas tras pasar el día despidiéndose de amigos y compañeros en su establecimiento favorito de la provincia de Alicante. Hasta el restaurante de Santa Pola se acercaron a título personal el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana -amigo del compañero de Rajoy en el Registro de Santa Pola, Francisco Riquelme, quien se incorpora ahora al registro oriolano-; el de Crevillent, César Augusto Asencio; el número tres del PP de la provincia, Rafa Candela, notarios y abogados de Elche y Santa Pola, algún empresario y el presidente de Riegos de Levante, Javier Berenguer, entre otros muchos.