Compromís ha visto que en Madrid puede ser visible en plena negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y ayer ya lanzó el primer mensaje claro: habrá votos de la coalición a favor si los presupuestos contemplan los 1.300 millones que la Comunidad pierde cada año por la infrafinanciación. Este es el punto de partida de Compromís para negociar, incluido también como reivindicación del gobierno del Botànic en los presupuestos de 2019, que volverán a incorporar esta cantidad como partida ficticia de ingresos con la que la Generalitat reivinca sus pérdidas anuales por el sistema de financiación.

El portavoz de Compromís enlas Cortes Valencianas, Fran Ferri, señaló que espera que la negociación con su formación sobre los Presupuestos Generales del Estado de 2019 comience «cuanto antes». La coalición está presionando al Gobierno y ya lanzó ayer el menaje de que cuanto más tarden en sentarse a negociar con ellos, más difícil será llegar a un acuerdo «porque ya se habrán dado más pasos que no se podrán echar atrás», añadió Ferri. Compromís reclama un «cheque fiscal» de 1.300 millones mientras no se apruebe el nuevo modelo de financiación como «solución extraordinaria» para pagar cuestiones como la sanidad, la educación o la dependencia.

Ferri también indicó que las cuentas «son mejorables en algunos aspectos, sobre todo en cuanto a agenda valenciana, pero también en aspectos sociales», sobre los que Compromís «tiene mucho que decir».

Mientras tanto, el Consell considera que se están produciendo avances para mejorar la financiación de la Comunidad, aunque Compromís y Podem creen que son lentos. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, se reunió ayer con los representantes de los distintos grupos parlamentarios en la Comisión Mixta Consell-Corts para la reforma del sistema de financiación y valoración de la deuda histórica. En la reunión, los expertos encargados de representar a la Generalitat en la Comisión para negociar el nuevo modelo constataron que el nuevo sistema de financiación no estará aprobado antes de que acabe el año, aunque hay avances logrados como son que el Gobierno central asuma la necesidad de un reequilibrio vertical en materia de fiscalidad, y que reconozca la insuficiencia financiera de las Comunidades Autónomas, especialmente en la valenciana.

Tras la reunión, Soler aseguró que lleva años reclamado esa partida de 1.300 millones que permitiría que los servicios públicos de los valencianos estén al nivel que se merecen y acercar el gasto de la Comunidad a la media de las autonomías. El conseller aseguró que las reivindicaciones de la Generalitat son las mismas que el primer día, y por ello se mantendrán los 1.325 millones reivindicativos en los Presupuestos de la Generalitat para 2019, como aseguró en la entrevista publicada un día antes por este diario. Admitió que en Madrid «han cambiado las cosas».

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, consideró por su parte las cuentas estatales «un sablazo y un hachazo a todas las reivindicaciones valencianas». Así lo dijo ante los medios de comunicación al ser preguntada ayer por la decisión de los partidos independentistas de apoyar los PGE, pero con la condición de absolver a los soberanistas presos. En declaraciones recogidas por Europa Press, la líder de los populares valencianos alegó que eso sería «un delito» porque España es «un Estado de derecho con separación de poderes y el judicial es independiente».

El diputado de Cs Tony Woodward señaló que lo que se ha presentado sobre las cuentas estatales es «una declaración de intenciones» que no saben «cómo se plasma»y que queda «claro» que para ambos PSOE y Podemos el sistema de financiación no es una prioridad estos momentos», dijo.

David Torres, de Podemos, resaltó que su formación ha mantenido siempre «una posición firme» en todo el país por un sistema que reconozca la insuficiencia de las comunidades, especialmente de la valenciana.