«Tenemos que hablar». Es el mensaje que el entorno del presidente de Cs, Albert Rivera, ha hecho llegar al jefe del Consell, Ximo Puig, a la vista de los resultados de las últimas encuestas, según los cuales la formación naranja y el PSPV «sumarían». En lenguaje político significa que entre los dos tendrían mayoría para gobernar la Comunidad. El mensaje revela la disposición de la dirección de Cs a un pacto de gobierno con los socialistas valencianos tras las elecciones de mayo de 2019 (si Puig no las adelanta).

El objetivo es claro, y así se le habría planteado a la cúpula del PSPV, según la información a la que ha tenido acceso este diario: apartar a Compromís y Podemos de los controles de mando de la Generalitat. En especial, a los primeros. No es una novedad que una de las principales líneas estratégicas de Cs en la Comunidad Valenciana sea la denuncia del supuesto adoctrinamiento en las aulas en favor del catalán y contra el castellano. Los de Rivera consideran a Compromís, titular del departamento de Educación y Cultura, principal responsable de esta política. Ven en ella una repetición de la jugada de los hechos que Cs entiende que han llevado al conflicto independentista en Cataluña, el fenómeno sobre el que han cimentado su crecimiento. «Así se adoctrina también en las escuelas de Baleares y de la Comunitat Valenciana», escribía en las redes el propio Rivera hace unos meses junto con una foto de niños de Baleares con camisetas con la bandera catalana. De momento, la primera respuesta de Puig a los cantos de sirena desde la órbita Rivera ha sido que la lectura que realizan de lo que sucede con la educación en la Comunidad «no tiene nada que ver con la realidad», según fuentes consultadas. Puerta cerrada, por tanto, ya que la voluntad es mantener las líneas de trabajo del Botànic. Pero eso es ahora. No sería la primera tentativa de los socialistas valencianos con Cs. Tras las elecciones de 2015, y durante el periodo de bloqueo de las negociaciones con Mónica Oltra y Compromís, el PSPV ya se sentó a hablar con la entonces número 1 de los de Rivera en la C. Valenciana, Carolina Punset, hoy discrepante de la línea del líder. Incluso había próximos a Puig que apostaban por esa vía, la practicada en Andalucía.

El panorama arrojado por las últimas encuestas es que tanto PSPV como Cs crecerían con fuerza de celebrarse hoy autonómicas. Serían los únicos en avanzar. Así, los socialistas, con una proyección de 33 diputados, podrían elegir entre gobernar con Compromís (18) o Cs (19). Lo conocido o la aventura.