El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha reclamado más autogobierno y una España federal para combatir los problemas actuales. La reivindicación, que no es nueva, cobra un valor especial porque por primera vez en un discurso del 9 d'Octubre tenía al lado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

"Los pueblos avanzan y retroceden. Quedarse parados es retroceder", ha dicho. "La pasividad cuando la sociedad necesita cambios es retroceder. El dilema es avanzar o volver atrás, y el pueblo valenciano quiere avanzar en autogobierno". También en derechos de las mujeres, en democracia, en derechos sociales y en trabajo. "Es el momento de hacer más efectivo el autogobierno y de profundizar en la singularidad. Hoy es pertinente reivindicar la España diversa, que es la España real", ha subrayado.

Puig ha reiterado la idea de que el Estado autonómico muestra síntomas de agotamiento, "pero la receta no es recentralización sino profundización federal".

"Ahora es más necesaria que nunca la voz valenciana para liderar la defensa de las autonomías. Queremos mirar a los ojos a España y enviar mensaje claro: ni separatismo ni recentralización", ha señalado en referencia a la tensión de la España reciente entre el conflicto catalán y la pulsión por cerrar la mano al autonomismo.

Intrafinanciación de la Comunidad

En el terreno mundano de las cifras, Puig ha sacado a relucir la gran cifra de la infrafinanciación: los 16.000 millones de euros que las autonomías reciben de menos para hacer frente a los servicios públicos básicos. "La reforma de la financiación es pedir que se cumpla la Constitución". Y ha remarcado, en un mensaje al resto de fuerzas políticas valencianas: "Nuestras reivindicaciones no han cambiado gobierne quien gobierne".

El discurso del jefe del Consell ha recuperado mensajes del ofrecido hace menos de un mes en las Corts, durante el debate de política general. Ha hablado así de la urgencia de "un nuevo contrato social que garantice el futuro de la democracia frente a uniformismos e identitarismos", las dos amenazas a combatir.

El contexto internacional, con la ola radical que recorre media Europa, también se ha colado en el discurso del día grande. Es el "fantasma de los populismos conservadores que recorren Europa", ha señalado Puig. "El problema no es el extremismo, sino que ideologías reputadas las legitimen: la mimetización de sus propuestas por partidos representativos". Mensaje velado para Pablo Casado. La referencia ha sido bastante clara a la radicalización del discurso de fuerzas conservadoras tradicionales.

"Hoy hay que proteger la democracia del populismo conservador", ha dicho, igual que en 2015 el problema era hacer frente a la corrupción. Puig ha llamado a cerrar el paso a la xenofobia y ha recordado "el deber ético" de lo que hicimos con el Aquarius, un "ejemplo de acogida". Precisamente, el equipo de acogida de los más de 600 inmigrantes a bordo del buque ha sido uno de los galardonados hoy con la Alta Distinción de la Generalitat. "El mañana no pertenece al odio, sino a la esperanza", ha proclamado el presidente de la Generalitat. No ha sido la frase final del discurso, pero podría.

Sánchez ha concluido el acto institucional con un discurso de grandes palabras: fraternidad, feminismo, europeísmo, concordia... Compromisos concretos, pocos. Diálogo, eso sí, ha ofrecido a Puig (hablándole de tú) ante la reforma de la financiación autonómica y las inversiones para la cohesión territorial, reclamaciones que se entiende que considera justas.