Los cuatro grupos políticos con representación en el hemiciclo de la Diputación de Alicante -PP, PSPV, Compromís y EU- aprobaron ayer, por unanimidad, conceder y entregar en un acto solemne que se celebró como epílogo a la sesión plenaria la medalla de oro de la provincia, a título póstumo, a los expresidentes Antonio Fernández Valenzuela y Luisa Pastor Lillo, fallecidos este mismo año. A la concesión de la máxima distinción de la institución provincial han acudido los familiares de los homenajeados y diferentes autoridades, un emotivo homenaje en el que se ha proyectado un vídeo con filmaciones y fotografías a modo de repaso del paso de los expresidentes por la institución.

Entre las personalidades que han acudido al Palacio Provincial, el exministro José Manuel García Margallo; los alcaldes de Alicante, Luis Barcala, y de San Vicente del Raspeig, Jesús Villar; además de los expresidentes Antonio Mira-Perceval, Julio de España y Joaquín Ripoll. El actual presidente de la Diputación, César Sánchez, del PP, ha entregado las medallas a la viuda de Fernández Valenzuela, Emilia Ibiza, y al hijo de Pastor Lillo, José Ramón García Pastor.

Éste último ha recordado desde la tribuna una conversación con su madre poco antes de fallecer en la que ésta le resumió su filosofía para la vida política: «Tu padre decía (en referencia al político también fallecido José Ramón García Antón) que hay que dejarse de 'bobadas', hacer un buen trabajo y dejar un buen recuerdo». Por su parte, un hijo de Fernández Valenzuela, Rafael Fernández Ibiza, ha recordado que, aunque no de nacimiento porque era extremeño, su padre era un alicantino más y que vivió para «la defensa constante» de la provincia. También recordó que el Hogar Provincial, donde el expresidente vivió durante un tiempo de pequeño, fue «la niña de sus ojos» durante su etapa de gestión en el Palacio Provincial.

César Sánchez destacó que tanto Fernández Valenzuela como Pastor Lillo se caracterizaron por su «defensa del interés general» y «contribuyeron a mejorar la vida de los ciudadanos desde la Presidencia» de la institución. «Con sus distintas personalidades y posicionamientos políticos», relató, ambos «entendieron que las diputaciones desarrollan un papel fundamental en la gestión de los pequeños municipios, y por eso hoy Alicante es una provincia próspera que mira al futuro con garantías, posicionada y reconocida a nivel nacional e internacional». A cuatro días del día de la Comunitat Valenciana, el 9 d'Octubre, Sánchez señaló que Alicante llega a la efeméride con «el orgullo de ser parte de la Comunitat» y añadió que «la vive en libertad en el marco de la Constitución de 1978 y el Estatuto de Autonomía de 1982». «Las diputaciones tienen un papel irreemplazable como bien entendieron Antonio y Luisa», apostilló en su discurso César Sánchez.

Fernández Valenzuela falleció el pasado 7 de mayo a causa de infarto en su domicilio de Alicante cuando contaba con 71 años. Había presidido la Diputación de 1983 a 1991, fue concejal socialista de su ciudad durante doce años y, además de ocupar la secretaría general del PSPV-PSOE en l'Alacantí, fue el máximo responsable de la Cámara de Comercio entre 2002 y 2009 como máxima expresión de su faceta empresarial. Luisa Pastor Lillo, que perdió la vida el pasado 19 de abril tras una larga enfermedad, presidió la institución de 2011 a 2015 y fue alcaldesa de San Vicente del Raspeig entre 2001 y 2015. Además, era la esposa del que fuera conseller de Obras Públicas popular José Ramón García Antón, también fallecido y que formó en el Consell con las presidencias de Edudardo Zaplana, José Luis Olivas y Francisco Camps.