Liberado ya de una imputación que ha atenazado su estrategia política durante los últimos nueve meses, el líder provincial socialista y portavoz en la Diputación, José Chulvi, pasó al ataque y anunció que optará a un tercer mandato como alcalde de Xàbia en las elecciones municipales de 2019. El juzgado número 3 de Dénia ha terminado por dar carpetazo a la denuncia que Ciudadanos interpuso a primeros de año contra Chulvi al que se acusaba de trocear medio millón de euros en contratos por su gestión municipal en 2016. El magistrado sobresee la causa lo que facilita que el también portavoz socialista en la Diputación salga indemne de una maniobra de la formación naranja que tenía como único objetivo sacarlo de la primera línea política. Cs ni siquiera se había personado como acusación. Chulvi declaró el pasado mes de abril como investigado por este asunto, un trámite que ahora sin embargo se queda en agua de borrajas. Ratificado el archivo, ya no se sentará en el banquillo y, por tanto, tiene vía libre para continuar con su carrera política en el PSPV.

El magistrado abrió diligencias a raíz de una denuncia que firmaba la portavoz provincial de Ciudadanos, Yaneth Giraldo, un partido que no cuenta con representación política en Xàbia y que apenas tiene implantación en la Marina Alta. El edil socialista siempre ha defendido su inocencia y la legalidad de su actuación, algo que ahora queda acreditado con el archivo. Durante una emotiva comparecencia en el Ayuntamiento de Xàbia, Chulvi calificó la denuncia de «injusta, malintencionada y sin fundamento». El dirigente socialista resaltó que con la decisión judicial de archivar la investigación queda acreditada la «falta de rigor» de una denuncia en la que Ciudadanos le acusaba «a la ligera» de delitos «tan graves» como prevaricación o malversación, «que tienen penas de 10 años de prisión en algunos casos». Frente a ello, el líder provincial socialista sostuvo que la estrategia de la formación de Albert Rivera en Alicante pasaba por «hacer pasar como delitos graves lo que eran diferencias de carácter técnico» al tiempo que incidió en que se había tramitado un «proceso de contratación justificado» con «suficiencia económica» para afrontar el abono de esas facturas.

En esa tesitura, Chulvi explicó que con informes técnicos que ratificaban la necesidad de las actuaciones y con el respaldo económico, «no levantar los reparos y no pagar hubiera supuesto una situación injusta e indefensión de los profesionales». Y además recalcó que como alcalde nunca se ha llegado a acreditar que haya «intercedido» o dado instrucciones para que se contratara a ninguna empresa «en concreto». Según manifestó, el sobreseimiento pone fin a nueve meses de «sufrimiento personal y familiar» por una «arbitrariedad irresponsable de un partido político que no ha tenido escrúpulos en hacer un uso tacticista y malintencionado del estamento judicial». Chulvi subrayó que con el dictamen se «demuestra» que la actuación municipal fue «perfectamente legal» con el objetivo de que «empresas y autónomos cobraran con normalidad» y en «beneficio de los vecinos de Xàbia».

En ese sentido, resaltó que entiende la política como «servicio público para mejorar la vida de la gente» y que, por ello, he rectificado «cuando tocaba». «No siempre tenemos razón», asumió. Con todo, rechazó el «juego sucio» y que los juzgados formen parte de la estrategia política «para ganar cinco minutos de notoriedad». El portavoz socialista en la Diputación -que renuncia a emprender acciones legales contra Ciudadanos- anunció que se presentará a la reelección como primer edil y agradeció el respaldo «sincero» del grupo municipal y del presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig.

El proceso judicial le surgió a José Chulvi apenas unas semanas después de hacerse con el liderazgo de la dirección provincial por deseo de Ximo Puig. Una de sus primeras ejecutivas, de hecho, estuvo dedicada a explicar este asunto que ha condicionado el arranque del alcalde de Xàbia como máximo dirigente provincial durante estos últimos meses. Cerca de un año después de su elección todavía no ha sido capaz de ofrecer un perfil propio desde ese puesto.