Ayer, el Jardí Botànic de València fue sólo socialista. El anuncio de lluvias para el domingo obligó al PSPV a trasladar los discursos (que no la celebración) de la Fiesta de la Rosa al lugar en el que hace tres años firmaron el acuerdo con Compromís y Podemos para que Ximo Puig fuese investido presidente de la Generalitat. Y fue Puig el único de los cuatro intervinientes -junto al Ministro de Fomento, José Luis Ábalos; la secretaria provincial, Mercedes Caballero; y la líder socialista en el Ayuntamiento de València, Sandra Gómez-, que hizo referencia a la importancia simbólica del lugar y reivindicó explícitamente la labor hecha por el Consell en su conjunto desde 2015: «La derecha decía hace tres años que el Botànic iba a ser un desastre y hoy somos ejemplo de estabilidad, seguridad y honradez», aseguró Puig.

El también secretario general del PSPV aprovechó la presencia del ministro -«José Luis, si no nos queremos nosotros, ¿cómo vamos a querer a la gente?», le dijo a Ábalos- para trasladar al Gobierno la reivindicación de una financiación justa para la Comunidad Valenciana. «No vamos a parar nunca de exigir lo que merecen los valencianos. Pero ahora cuando lo exigimos, hay alguien al otro lado. Antes ni estaban ni se les esperaba». En este sentido, Puig aludió a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y subrayó que será un documento «fundamental para demostrar» que el gobierno de Pedro Sánchez «no tiene nada que ver con el del PP» y que «no todos los gobiernos se comportan igual con la Comunidad Valenciana». «Queremos que los valencianos sean felices pero no queremos ser el levante feliz», concluyó.

El discurso de Ábalos tuvo menos contenido regional que el de Puig. Señaló el secretario de Organización del PSOE que «muchas de las cosas que estamos haciendo en el Gobierno de España las basamos en la experiencia que se está viviendo en la Comunidad», y explicó que el Govern ha «tomado la delantera» en el «proyecto de país» socialista «inclusivo y que busca la cohesión social». De cara a las elecciones autonómicas previstas 2019 aseguró que «he visto encuestas que indican que este es el camino». Una vez acabado el acto, tras ser preguntado sobre si Ferraz apoyaría un posible adelanto electoral en la Comunidad, Ábalos aseguró que «no lo valoramos porque no se nos ha planteado».

«Tenemos la militancia muy bien, hay muchas ganas», dijo el ministro al iniciar su intervención. «Estamos mejor de lo que dicen», afirmó casi al terminarla. Y finalmente, dirigiéndose a Puig, aseguró que el «líder de la Generalitat es un amigo. Pese a nuestras diferencias, somos gente de afecto».