Durante el debate de Política General en las Cortes, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado que acelerará la reversión sanitaria del área de la Marina. Ese servicio, después de la actuación en Alzira, volverá a ser público antes de nueve meses. Es decir, antes de que acabe esta legislatura. En el debate de hace un año, el jefe del Consell incidió en este proyecto pero ayer ya le puso fecha. Antes de finalizar el mandato, la sanidad de la comarca de la Marina Alta volverá a ser íntegramente pública, según anunció el presidente Puig con lo que, de esta manera, intenta cumplir con uno de los principales compromisos de su mandato: acabar con las concesiones privadas.

Una promesa que, en todo caso, se quedará a medias. El jefe del Consell, de hecho, también puso sobre la mesa un plan de choque contra las listas de espera, uno de los grandes problemas de la sanidad valenciana, que recurrirá a los servicios privados. Puso sobre la mesa Ximo Puig tres alternativas: un autoconcierto que prime con incentivos económicos a aquellos profesionales que más aporten para reducir las listas de espera; dar margen al paciente para que decida entre una mayor oferta tanto de centros públicos como privados para sus intervenciones; y tercero un plan de choque para que haya centros privados que asuman una parte de esas listas de espera. Además, el presidente también anunció la construcción en Alicante de un nuevo centro para la investigación sanitaria y biomédica.