n El discurso del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante el debate de Política General tuvo desde luego un «pero» que a nadie paso desapercibido: la tibieza con la que se refirió al gobierno de Pedro Sánchez. Durante los tres primeros años de mandato, el Consell convirtió el mensaje de la reivindicación a Madrid en uno de los pilares de su relato estratégico que acuñó el concepto del «problema valenciano» para definir el maltrato del Estado a la Comunidad en el reparto de la financiación autonómica. Ahora, sin embargo, la caída de Mariano Rajoy con la moción de censura que aupó a Pedro Sánchez ha variado ese escenario que Puig entiende como el «momento valenciano». Considera que hay una oportunidad de negociar con un desbloqueo de la interlocución y de las oportunidades para que la Comunidad pueda mejorar. Así lo puso de relieve en un discurso sin ataques a Madrid y en el que la financiación, otras veces piedra angular del relato del presidente de la Generaltiat, pasó desapercibida con una referencia mínima.

Esa tibieza molestó a los socios del Botànic máxime cuando, a pesar de que la parte socialista del Consell se empeña en vender los 850 millones del último Consejo de Política Fiscal como un avance cuando, en realidad, nada se ha conseguido todavía. Y los mensajes de Pedro Sánchez apuntan a que será difícil resolver la financiación en esta legislatura. Pero, además, le facilitó un cartucho a la presidenta del PP, Isabel Bonig. «Contra Rajoy vivian ustedes mejor», le espetó. En algunas de sus réplicas y a sabiendas de que la rebaja del tono con el Gobierno se había convertido en la gran protagonista de los corrillos en los pasillos de las Cortes, Puig salió a reivindicar su posición a favor de la nueva financiación por otra parte innegable. El síndic de Compromís, Fran Ferri, fue muy claro pidiendo trato justo a sabiendas de que sus cuatro diputados son claves en el Congreso. Y, al final, habrá mañana declaración conjunta del PSPV y Compromís exigiendo por escrito y con acuerdo parlamentario el mismo mensaje que Ximo Puig utilizó otras veces y que ayer evitó.