El impulso del Distrito Digital para generar un gran polo de economía tecnológica ya se ha convertido en la gran baza electoral del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la provincia de Alicante. Durante su intervención en el debate de Política General que se celebra durante esta semana en las Cortes Valencianas, Puig desveló las dos primeras grandes empresas que se han sumado a una iniciativa que el propio jefe del Consell puso encima de la mesa hace ahora un año y que se ha convertido en un empeño personal para la recta final de este mandato. Indra se instalará en la antigua escuela de cine de la Ciudad de la Luz y la consultora Accenture -una conocida multinacional del sector tecnológico- en la estación marítima del Puerto. Continúan las negociaciones para contar con espacios de PanoramisPanoramis, aún sin concretar, para otras empresas. Esas dos firmas, como explicó el presidente Puig, formarán parte de inmediato del Distrito Digital, una actuación gestionada a través de la mercantil pública Proyectos Temáticos que el jefe del Consell definió como un «cluster de la nueva economia» que generará en este arranque una bolsa que se acerca a los tres mil empleos.

En un discurso inicial con importante protagonismo para Alicante, Puig subrayó el papel determinante que puede jugar en el mercado de la economía tecnológica una provincia que, aseveró, se ha convertido en «uno de los territorios con más potencialidad de futuro del sur de Europa». Esas «expectativas» que el jefe del Consell lanzó durante el debate celebrado hace un año se han convertido ahora, detalló, en «una realidad». Indra será la primera gran empresa que se instalará en Alicante bajo el paraguas del Distrito Digital con una previsión total de 500 trabajadores, 60 ya en los próximos meses y 200 en 2019. Ocupará instalaciones de la Ciudad de la Luz, según confirmaron desde el Consell. Esta mercantil española vinculada al sector tecnológico ya contaba con una importante presencia en la ciudad de Alicante pero ahora va a poner en marcha una nueva división relacionada con las «tics».

La segunda gran mercantil que se sumará al proyecto del Distrito Digital será la consultora Accenture. Con una previsión de 2.000 profesionales en los próximos tres años, de los cuales un millar llegarán en la primera fase y 250 en los próximos meses, esta multinacional tecnológica se instalará en la terminal marítima del Puerto. Las negociaciones con esta empresa, según pudo saber este periódico, se han cerrado en los días previos al debate de Política General. En los contactos, incluso, se ha llegado a hablar de la posibilidad de trasladar a Alicante una parte de la planta de negocio que esta mercantil tiene en Lisboa. Pero eso está pendiente todavía de concretarse. Este arranque del Distrito Digital en plena precampaña electoral se completará, durante esta primera fase con la instalación de 51 nuevas empresas, start-ups, con 170 trabajadores que encontrarán acomodo en las instalaciones de la Ciudad de la Luz y que se corresponden con el plan de captación de negocio que impulsó Proyectos Temáticos.

En clave alicantina, sin duda, el otro gran asunto que polarizó este último debate de Política General de esta legislatura del Consell del Botànic fue el impulso para acelerar la reversión sanitaria del área de la Marina Alta. Ese servicio, después de ponerse en marcha hace unos meses una actuación para reimplantar la gestión pública en Alzira que se entregó en época de Zaplana a manos privadas, volverá a dirigirlo el Consell antes de nueve meses y, por tanto, de que finalice esta legislatura. En el debate de hace un año, el jefe del Consell incidió en este proyecto pero ayer le puso fecha. Una promesa de potenciar por completo el servicio público sanitario que, en todo caso, se quedará a medias. El jefe del Consell también puso sobre la mesa un plan de choque contra las listas de espera, uno de los grandes problemas de la sanidad valenciana, que recurrirá a la privada. Tres alternativas: un autoconcierto que prime con incentivos económicos a aquellos profesionales que más aporten para reducir el tiempo de demora; dar margen al paciente para que decida entre una mayor oferta tanto de centros públicos como privados; y tercero un plan de choque con la participación de la iniciativa privada.