El PP no se siente cómodo con la nueva medida de presentar doce propuestas de resolución por formación. Es más, ya han avisado de que el formato no será respetado por la formación. El jueves, la portavoz adjunta del grupo parlamentario, Maria José Catalá, ironizó con que el nuevo formato no hará «que se cansen demasiado respondiendo a 12 propuestas por grupo», y fue más allá al comentar que «de momento, no nos han puesto límite de palabras como en Twitter».

Con límite de palabras o no, la idea que barajan las filas populares es introducir un gran listado de propuestas de resolución en cada uno de los doce puntos «oficiales» que tienen para presentar. El objetivo es que, de una manera o de otra, se llegue al millar de propuestas que presentaron el año pasado y que desató la ira de todos los partidos. De hecho, PSPV, Compromís y Podemos acordaron rechazar las 1.017 iniciativas populares y Ciudadanos se abstuvo. El PP está dispuesto a repetirlo.

Presentarán una batería de propuestas locales sobre obras públicas pendientes de acometer en los municipios. Todas ellas serán rechazadas pero los populares quieren que quede constancia de su petición en las Corts para trasladar después la negativa del parlamento valenciano a los consistorios donde tienen representación. De esta forma, se trasladará después en forma de moción a los ayuntamientos y se pondrá en evidencia que allí la oposición también votará en contra.

La lideresa popular sabe que es el último año de legislatura del Pacte del Botànic, al menos, en su primera edición. Aprovechará su discurso del martes, tras el del jefe del Consell, para dar las claves del programa electoral que llevará en su camino hacia la presidencia de la Generalitat, con el propósito de recuperarla. Según confirmaron fuentes del partido, se esbozará el «esqueleto» del programa de lo que acabará siendo «el gobierno del próximo Consell». Creen que es el debate más importante porque los valencianos se juegan «seguir sumida en el caos o volver a recuperar el espíritu de una tierra potente».