El curso político se estrenará en la Diputación sin reprobación contra el vicepresidente y alcalde de Busot, Alejandro Morant, después del alegato de corte xenófobo que lanzó en Facebook a principios del pasado mes de agosto en el que reclamaba deportaciones masivas de inmigrantes. Los componentes del equipo de gobierno del PP y su socio Fernando Sepulcre -tránsfuga y ex de Ciudadanos- unirán sus votos en el pleno provincial de hoy -el primero después de las vacaciones- para evitar la censura pública contra Morant, uno de los partidarios «pata negra» de Pablo Casado en la provincia y que ya se ha convertido en uno de los diputados más controvertidos de este mandato por su «dedo fácil» a la hora de colgar mensajes polémicos en las redes sociales, especialmente, en su perfil de Facebook.

Tanto el portavoz del grupo popular en la Diputación, Carlos Castillo, como el propio Fernando Sepulcre confirmaron a este periódico que van a votar en contra de la petición de reprobación que defenderán en el pleno provincial los diputados de Compromís. Dan por buenas las disculpas de Alejandro Morant para el que, incluso, la cúpula provincial del PP -partidaria de Soraya Sáenz de Santamaría-anunció la apertura de un expediente -activo y en tramitación- por unas declaraciones que van contra los criterios marcados por el partido. Durante un acto de su agenda cultural, el presidente de la Diputación, César Sánchez, dejó claro que las palabras de Morant fueron «desafortunadas» pero, sin embargo, valoró que su vicepresidente «pidió disculpas y perdón» en su momento, por lo que «no hay ya nada más que añadir».

El vicepresidente tercero de la Diputación armó a primeros de agosto, justo después de la elección de Pablo Casado como líder del PP, un fabuloso revuelo al exigir a través de las redes sociales la puesta en marcha de «un plan de deportaciones masivas» para los inmigrantes llegados a España y subrayar la necesidad de «cerrar las fronteras». Morant, incluso, imprimió a su mensaje un sesgo religioso al aseverar que «esto no es inmigración, es una invasión silenciosa que acabará con el mundo occidental convirtiéndolo al Islam. Tiempo al tiempo». «En unos años nos arrepentiremos», agregó el responsable popular trazando así un sombrío futuro. Fue con el fin de evitarlo que Morant propuso las deportaciones y la clausura de las fronteras. Pero también abogó por más «soluciones» como «eliminación de ayudas y privilegios» o «endurecer las leyes» ya que «nacer aquí no te hace español». Y por supuesto se mostró entusiasmado con la manera en la que está tratando este asunto el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Por eso, recomendó «dar autoridad a jueces y policías como en EE UU».

Alejandro Morant llegó a encontrar eco en las redes con José Luis Roberto, jefe en la Comunidad de España 2000, partido de extrema derecha, xenófobo y al que incluso se ha ligado con actitudes violentas. La tensión obligó a Morant a retirar su texto de Facebook horas después de su publicación. Eso sí, sin ningún signo de arrepentimiento y profundamente indignado con las críticas recibidas: «Acabo de borrar la publicación que hice esta mañana para que la manada de horcos que coartan la libertad de expresión se siga cebando conmigo». Aún así, no matizó su posición en demasía. Prácticamente nada: «Creo que dije lo que el 80% de la población piensa. Inmigración sí, pero regulada y que se adapten a nuestras leyes, costumbres y cultura».